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REPRESIÓN

Un preso político cubano paciente de VIH-sida demanda un tratamiento médico especializado

Maikel Herrera comunica su decisión de plantarse en huelga de hambre para ser trasladado al IPK.

La Habana
Maikel Herrera Bones.
Maikel Herrera Bones. radio televisión martí

El preso político Maikel Herrera Bones inició una protesta en la cárcel para pacientes con VIH-Sida de Guines, provincia de Mayabeque, para reclamar una adecuada atención médica por su condición de salud.

A través de llamadas telefónicas desde la cárcel, el activista comunicó su decisión al opositor Zaqueo Báez, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba, organización a la que también pertenece Herrera Bones. También informó de su situación desesperada al opositor Ángel Moya, según publicó el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.

"Tengo en el cuerpo más de 30 forúnculos, tengo el cuerpo entero manchado, hermano, y aquí no hay medicamentos", lamentó el prisionero.

El opositor lleva cinco meses "injustamente encarcelado" y desde entonces su estado de salud a causa del VIH-Sida se ha acentuado, explicó Báez a Radio Televisión Martí.

"Le han salido enfermedades en la piel y aunque el médico de la prisión lo ha atendido no mejora; él cree que es porque no son especialistas en la enfermedad", agregó Báez.

La razón por la que "decidió plantarse en huelga de hambre" no es por la atención médica del penal, aclaró el opositor, "es porque exige su traslado al IPK (Hospital en La Habana), donde hay especialistas en VIH-Sida que lo pueden atender correctamente", precisó.

Herrera Bones fue detenido el 16 de abril pasado por discutir con un agente policial que, vestido de civil y sin identificarse, intervino para tratar de detener una protesta que realizaba por la falta de servicio eléctrico en su vecindario, en La Habana.

Fue acusado de "atentado agravado" y trasladado a prisión hasta que se realice el juicio, en el que podría ser sancionado a entre tres y ocho años de privación de libertad, según el Código Penal cubano.

En junio pasado, el abogado del activista pudo visitarlo en la cárcel y por él se supo que la situación de salud del opositor no era buena. En esa ocasión Herrera Bones tenía un forúnculo en el muslo derecho que le estaba sangrando, había tenido fiebre y le estaban saliendo otros forúnculos en la cabeza.

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