Cuelgan las piñas doradas
a la orilla del camino.
Mira bien las hondonadas
y el cielo color de vino.
En Veracruz el paisaje
tiene puertas y veredas.
Aquí termina tu viaje
porque si te vas te quedas.
Cuando un becerro se baña
en los ojos de un caballo,
sube un loco a la cucaña
y llueven flores de mayo.
En Veracruz el paisaje
tiene trancas y corrales.
Si te regalo el paisaje
tú cocinas los tamales.
El viento y la primavera
crecen bajo el flamboyán.
Déjame a la cocinera,
te regalo el restorán.
En Veracruz el paisaje
tiene dunas y pinares.
O te olvidas de tu traje
o te encueran en los bares.
Vuelan sobre la laguna
mosquitos y gavilanes.
No te cambio por ninguna
con tu faldita de holanes.
En Veracruz el paisaje
tiene lirios y pantanos.
En lo fresco del follaje
todos se lavan las manos.
Árbol de palo mulato,
cañaveral encendido.
Si me abandonas te mato,
ya lo sabe tu marido.
En Veracruz el paisaje
tiene mil yerbas de olor.
No hay jarocho que se raje
cuando aparece el amor...
Mardonio Sinta es un heterónimo de Francisco Hernández, que nació en San Andrés Tuxtla, Veracruz, en 1946. Autor de una extensa obra poética publicada con su nombre, la de Mardonio Sinta ha sido recogida en ¿Quién me quita lo cantado? (Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, 2007). Este poema pertenece a ese libro.
Otros poemas suyos: Zumba el mosco en el oído..., Me puse a hablar alemán con una mata de coco... y Tres poemas.