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Cine

Patricia Pérez Fernández filma como quien escribe un diario

La coautora del premiado 'A media voz' habla de festivales y Covid-19, de su nuevo proyecto, y saca una carta del Tarot.

Madrid
Patricia Pérez.
Patricia Pérez. Heidi Hassan.

Patricia Pérez Fernández es una cineasta cubana residente en Madrid que filma como quien escribe un diario. Su más reciente película A media voz, que realizó en conjunto con Heidi Hassan, obtuvo el Gran Premio en el Festival Internacional de Documental Ámsterdam y en el pasado Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana.

¿Cómo cargas las pilas antes de sumergirte en el género autobiográfico?

Pues no creo que se trate de cargar las pilas, más bien tendría qué pensar cómo cargarlas o cuáles usar para entrarle a otro tipo de proyecto que no sea autobiográfico. Lo autobiográfico sale solo, es natural en mí, es la manera en que mi cabeza crea, como si tomara agua, pensara o regara el jardín. Es lo que me inspira, pasar todo a través de mí. Yo soy el filtro. Lo hago desde niña. Si alguien está haciéndome un cuento sobre una persona que no conozco de nada, automáticamente me convierto en ese personaje del que me están hablando y pienso en cómo lo habría hecho yo, qué habría hecho diferente, etc. Solo desde ahí consigo reaccionar.

¿Qué descubrimos en términos creativos durante la realización de A media voz?

Hasta antes de hacer A media voz, Heidi y yo habíamos trabajado mucho juntas. Yo había editado varias de sus películas y ella había hecho la fotografía en todas las mías. Para mí era muy fácil contar con su mirada, sabía que no tenía que extenderme en explicaciones, que ella podía entender rápidamente lo que yo quería. Y eso mismo sentía que nos pasaba cuando yo estaba editando sus proyectos.

Me sentía muy libre cuando trabajaba con ella, tenía la sensación de que nuestros gustos y puntos de vistas a nivel creativo eran muy similares. Entonces, cuando empezamos a trabajar en A media voz las dos estábamos un poco asustadas de que las cartas se fueran a parecer entre sí, que los personajes fueran un espejo del otro, que hablaran con las mismas palabras. Pero lo más sorprendente ha sido descubrirnos diferentes.

Fue un proceso espontáneo, no nos esforzamos en acentuar nuestras diferencias estéticas, empezaron a salir solas a la vez que cada una filmaba y editaba una carta para la otra. Para mí ha sido algo revelador, pues me he dado cuenta que lo que nos permite crear juntas no es únicamente una afinidad estética sino un entendimiento en todos los niveles y sobre todo un respeto y una confianza absoluta en el trabajo de la otra.

¿Qué pasó con A media voz? ¿Cuál será su recorrido en el circuito de festivales?

Pues la verdad es que es una situación un poco difusa. No sabemos hacia dónde movernos y en qué forma. El Covid-19 ha interrumpido todo el recorrido que habíamos confirmado. En marzo y abril la película iba a estar en más de diez festivales: Miami, Cartagena de Indias, Málaga, San José de Costa Rica, Guadalajara México, Zagreb, Panamá, Toulouse, Tiblisi, Mallorca, Tui, Palmas de Canarias... En mayo y en junio ya nos habían confirmado Nyon, Doc Barcelona, Documenta Madrid, Sheffield, Barbican en Londres. Yo estaba feliz, eufórica.

Incluso se estrenaría en abril en los cines de La Habana, lo cual como te imaginarás tenía para nosotras un significado muy especial. Yo, incluso había organizado todo para estar allí en ese momento. Y de repente, cuando estaba en Miami, todos los festivales fueron cayendo como moscas, cancelando o posponiéndose. Lo que ha seguido es el silencio, la incertidumbre. No sabemos qué va a pasar, nadie lo sabe. Algunos festivales se han hecho online y nosotros (Heidi y yo, el productor y el agente de ventas) hemos decidido no presentar la película online.

Yo todavía me resisto a que ese sea el destino de nuestra película, pero quizás estoy luchando contra algo que es evidente para todos: la distribución online. No sabemos cómo y cuándo los festivales volverán.

¿Qué significó para ti no asistir a la Habana y por el contrario asistir a la presentación en Miami?

Cuando la película se presentó en La Habana yo estaba trabajando de script en un rodaje con el que ya me había comprometido desde hacía tiempo. Ellos acababan de dejarme ir al estreno en Ámsterdam y yo no me sentía bien volviéndome a ir a La Habana. Pero recuerdo que el día en que se vio en el Festival de La Habana, me sentí completamente anacrónica en el rodaje, no podía evitar las ganas de llorar, y tampoco el llanto. Ni yo misma esperaba que pudiera surtir ese efecto en mí. Por eso tenía tantas ganas de estar cuando se estrenara en los cines, era una manera de recuperar algo de aquel momento.

En Miami no me sentí bien. Por un lado, estaba viviendo la frustración de los festivales que empezaban a cancelar y por el otro lado no entendía la ciudad, no me podía mover sola, caminando como estoy acostumbrada a hacer en cualquier ciudad que llego. Me sentí desubicada casi todo el tiempo. Desde mi punto de vista es un festival muy disperso al que la ciudad parece estar ajena. Yo estaba fría, pero sentí que el Festival también era un poco frío. Todo esto puede ser muy subjetivo. Igual me gustó tener imágenes propias de una ciudad tantas veces imaginada.

¿Cómo la cuarentena ha influenciado tu vida?

Para mí la cuarentena ha sido volver a mi cotidianidad. Lo diferente era estar de viaje, rodeada de gente, etc. En realidad, lo que ha hecho el Covid es adelantar un proceso y retrasar otro. Yo esperaba recluirme a la vuelta de los festivales. Ahora parece que será al revés. O quién sabe qué pasará. Entonces, cuando por fin acepté lo que había pasado he regresado a mis pensamientos y al huerto.

Creí que este año la primavera me cogería lejos de casa, así que no podría sembrar, pero aquí estoy creando un bonito huerto. Todo crece muy rápido. Y yo mientras los ayudo a crecer, pienso en nuevos proyectos. No solo desde la realización sino también desde la producción. Durante todo el proceso de A media voz, aprendí mucho de producción y tengo ganas de explorar también ese otro perfil. Creo que combinando la realización y la producción conseguiré ser más libre como creadora.

¿Qué nuevo proyecto tienes en mente?

Se titula La extranjera, trata de un duelo no hecho y de la necesidad de hacerlo. Fabio fue mi primer amor. Murió cuando yo era muy joven y estaba muy enamorada de él. Para poder avanzar evité recordar, y ahora cuando intento recuperar alguna sensación, me siento tan fría. El título no tiene que ser necesariamente ese, pero es lo que más se parece al sentimiento que quiero explorar en este proyecto.

No sé si te ha pasado alguna vez, cuando te siente extraño de ti mismo, cuando no consigues recordar cómo eras, como si te sintieras extranjero en tu cuerpo. Desde ese estado de ánimo es que estoy trabajando. Ahora que lo pienso, se parece un poco a como me sentí en Miami, desubicada, ajena. Ajena de mí misma.

Ahora mismo, mientras te escribo estoy leyendo sobre la carta 16 del tarot: la Torre. Estoy pasando un curso online de tarot. Es una carta muy especial. Ayer pensé que tenía que ver con el proyecto sobre Fabio. Para mí la carta habla de la necesidad de expresar algo que está muy en el fondo de una misma, en la esencia.

¿Cómo imaginas abordar ese duelo cinematográficamente hablando?

Creo que el proceso creativo se parecerá un poco a A media voz, pero en solitario. Volveré a todas la imágenes que he ido y sigo grabando, a mis diarios, a los escasos objetos que conservo de Fabio, a sus negativos (Fabio era fotógrafo). A partir de esos archivos empezaré a escribir, a intentar recordar. Quiero enfrentar el proceso como si  quien se estuviera asomándose en mi vida fuera la adolescente que fui antes de que muriera Fabio. Ella se encuentra con la mujer actual y quién sabe si me ayude también a recordar.

Quiero vivir el proceso, en agosto hará 20 años desde que Fabio murió, y solo ahora puedo escribirlo. Antes lo único que hice fue evitar pensar en ello, ahora quiero sumergirme allá dentro y ver qué encuentro. El inconsciente es muy misterioso.

¿Cuánto habrá de ficción en este nuevo reto? Creo que el estigma del cine autobiográfico es que a veces no se entiende que la ficción es una herramienta para el género y se asume que los momentos ficcionados carecen de veracidad. ¿Qué crees de esto?

Yo lo que intento es ser sincera con mis emociones, ahí reside para mí el documental, lo real. El resto está al servicio de esa emoción. Y como estoy trabajando con mi propia vida me es más fácil, no tengo ningún problema ético durante el proceso, excepto cuando necesito involucrar a otro persona/ personaje. Ya eso podría ser un poco más difícil. Entonces sí me esfuerzo en que entiendan cómo lo veo yo y por qué es importante que aparezcan en la película.

En mi caso siempre me pienso como un personaje, hablo de mí en tercera persona, puede parecer extraño, pero es la manera que he encontrado que es mejor para la película. Esto me ayuda a mirarme con distancia y permitir que entre la ficción si hiciera falta. La ficción en este caso es una herramienta para poder encontrar la síntesis. Este tipo de cine es una síntesis poética, tienes que condensar muchas cosas en menos de 90 minutos, necesitas del artilugio sí o sí. Al menos yo lo necesito. Pero es lo mismo que pasa en la mente, ¿acaso lo que imaginamos no es real? Si ya lo hemos imaginado, construido, pertenece a la realidad, aunque solo nosotros lo veamos. Pero bueno, quizás me estoy yendo por las ramas...

En A media voz hay una imagen que me perturbó. Siento que la imagen en sí contiene y describe lo que puede ser un acto creativo. Se trata de la imagen de la barriga tras los pinchazos de la inseminación. ¿Cuéntame de esta imagen, cómo fue que la concebiste? ¿Por qué decidiste ponerla?

El plano de la barriga fue algo que surgió mientras vivía el proceso de la inseminación artificial. Quise dejar registrado los moratones que me causaron los pinchazos a la misma vez que me preguntaba si alguna vez esa barriga albergaría otro ser. Creo que en el momento en que la filmaba ya me habían inseminado así que conociéndome, debía estar queriendo dejar registro también de la barriga antes de que creciera, se llenara de estrías. etc.

Recuerdo que en ese momento había en la casa alguien más además de Sergio, yo los escuchaba hablar y me reía porque ellos no podían imaginar en lo que yo andaba. Es un plano muy lindo dentro de la película, de repente todo se vuelve muy íntimo, muy silencioso. Esa barriga podría albergar el universo, de hecho ahora quiero tatuarme allí otra de mis obsesiones: un pedazo de cielo estrellado, uno que busco siempre en el cielo. Así que de aquí a unos años ese plano será el registro de la barriga antes del tatuaje.

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