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Poesía

DTI

'Hasta que comenzó con aquello de las voces que hablaban en su cabeza, y que debía traducir a solas, en la habitación contigua.'

Barcelona

 

Había que verla salir de su cuarto de Empedrados, con ese porte, rendida a otra elegancia. Una sombra habitual, apenas saltona, acercándose a los soldados que franqueaban la puerta.

Hasta que comenzó con aquello de las voces que hablaban en su cabeza, y que debía traducir a solas, en la habitación contigua. Como si tras aquel vago epitelio de realidad se registrase el lamento de quienes fueron machacados a la ligera (entre el parloteo de los oficiales de turno y el clamor de filtraciones más finas).

Testigo a su modo, no dejó relato alguno, salvo su propio recorrido por los bajos. A rastras en algún sitio de mala muerte, extiende un billete que no cruje, y se despoja.

 


Pedro Marqués de Armas nació en La Habana, en 1965. Fue miembro del grupo Diáspora(s). Publica, junto a Dolores Labarcena, la revista digital Potemkin Ediciones. Sus últimos libros de poemas publicados son Cabeças e outros poemas (Hedra, São Paulo, 2008) y Óbitos (Bokeh Press, Leiden, 2015). Este poema pertenece al segundo de estos libros.

Otros poemas suyos: Septiembre, 1975, (Gundlach), Versalles y Gripe aviar.

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