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Poesía

Dársenas

'si hubieran sido dársenas,/ campos de girasoles/ y no lúgubres postales:/ proposiciones de cartón que entraron/ por los ojos, los oídos, las vísceras...'

La Habana

 

"llegó la ayuda:… una postal azul… desde Nervi… era toda azul…"

                                                                                     Marina

I

 

Hemos pasado sobre barquitos

descascarados apostados a ellas

esperando partir cuando decíamos

que eran marinas para hacerlas

más soportables

y hasta románticas

a la distancia.

Porque creíamos

que al nombrarlas como recuerdo

no como fin, tendríamos posesión

sobre algo salobre que dejaba

a su libre albedrío,

una resignación necesaria

cuando no teníamos

nada.

 

II

 

Hemos pasado las cosas malas

esperando volver.

Pasaban rápido

sin tiempo para detenerse

de este lado de la ventanilla

donde apegadas al mar,

las vacas morían

por sofoco del verano o por la brevedad

de unas yerbas mustias que comían

en el día agotador que les tocaba,

descolgadas de sus huesos sobre portones

oxidados

con sus miradas "cagalonas"

fingiendo que soportaban

aves blancas que sin posarse

sobre sus carnes fláccidas

antes de morir ya putrefactas fingían,

revivirlas.

 

III

 

Hemos resistido las horas del engaño

buscando noticias que revoloteaban

"mariposeando" sin cesar

sobre una nada porosa

con su vacío cómplice,

desproporcionado

que corrompe al mediodía

las islas: las despedidas

alrededor de los edificios

recostados con ira al paisaje

de esos girasoles plásticos que Van Gogh odiaría

y que sobresalen desde las ventanas,

esperando algún día, atravesar los campos

—la desidia—, en esas películas

que veíamos acostumbrados

a fugarnos de la realidad gracias a ellas

y donde la tierra aparece con un agujero,

calcinada por la tiranía de lo que fuimos:

un celuloide borroso donde dejamos

partículas de supuesta bondad o cariño

que nos quedaba, a la deriva:

todo lo que evitaríamos

si hubieran sido dársenas,

campos de girasoles

y no lúgubres postales:

proposiciones de cartón que entraron

por los ojos, los oídos, las vísceras,

y que no pudimos involucrar

a lo real hasta más tarde,

juntándonos por un espejo retrovisor:

"y, qué importa

una verdad después".

 


Reina María Rodríguez nació en La Habana, en 1952. Autora de numerosos libros de poesía, algunos de los más recientes son: El libro de las clientas (Letras Cubanas, La Habana, 2005) y Variedades de Galiano (Letras Cubanas, La Habana, 2007) y O piano /El piano (Lumme Editor, São Paulo, 2014). Este poema pertenece a un libro inédito.

Otros poemas suyos: Otro dique, Coles de Bruselas, 'El éxito' y Sobre el frío linóleo.

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