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Poesía

¿Los Saltos? Indomables remolinos...

'Ese era el pago: despeñarnos como botín para los dioses de las alturas. Mi imperio en un mapa, lo reconozco.'

Barcelona

 

¿Los Saltos? Indomables remolinos de agua 2.000 kilómetros río arriba. Con bandas y aparejos remonté la historia, mientras los indios, curiosos por las negras columnas que expelía el vapor, o quizás por la música de Caruso, cavaban conmigo esa lengua de tierra entre orilla y orilla.

Por más que me devané los sesos, no pude calcular sus veladas intenciones. ¿Quién era para ellos Caruso? Y sobre todo ¿qué les decía la palabra "teatro"? En un descuido, soltaron las amarras y se oyó un crujido. Ese era el pago: despeñarnos como botín para los dioses de las alturas. Mi imperio en un mapa, lo reconozco.

Cuando llegamos a Iquitos, enchufé generosamente el gramófono. Del mismo modo en que mis sueños se fueron a pique, también las volutas del tabaco se evaporaron con total indiferencia.

 


Dolores Labarcena nació en Santiago de Cuba, en 1972. Ha publicado el libro de poemas Las puertas dialogadas (Editorial Abril, La Habana, 2004) y la novela Kruschov (Verbum, Madrid, 2015). Codirige la revista literaria on-line Potemkin ediciones. Este poema pertenece a su libro inédito Tundra.

Otros poemas suyos: Las agarré una por una... y El matarife ejecutaba...

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