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Béisbol

Los diez prospectos más sobresalientes que le quedan a la pelota cubana

La política deportiva sigue siendo la principal traba que no deja avanzar y desarrollar el talento cubano.

La Habana

"La pelota en Cuba no se detendrá, siempre saldrán nuevos talentos", eso dijo Luis Tiant, el lanzador cubano más ganador que ha pasado por el béisbol de las Grandes Ligas, en su más reciente visita a la Isla como invitado al tope Cuba vs Tampa Bay.

Tiant lanzó para cuatro equipos en la Gran Carpa en 19 temporadas (1964-1982), donde registró 229 victorias, efectividad de 3.30 y ponchó a 2.416 bateadores en 3.486,1 entradas. En su visita a La Habana en marzo, el astro de los Medias Rojas de Boston dejó claro que el talento está y que solo hay que seguir encontrándolo.

Los seguidores del principal pasatiempo en Cuba ya no se sienten atraídos, y muchos piensan que la tan demonizada y lastrada liga cubana nunca volverá a brillar como en sus mejores tiempos. Sigo pensando que el problema no está afuera, sino dentro, de ahí la reciente explosión de peloteros que siguen llegando al mercado de la MLB.

La pésima atención a los atletas, los desatinados criterios de dirección y la falta de uniformidad y organización han ido matando las raíces de un deporte que forma parte de la cultura nacional.

Las oportunidades en la pelota cubana siguen siendo para los llamados "peloteros seguros", esos que el Gobierno piensa que no abandonaran el país y seguirán en su decadente béisbol amateur.

Por eso, a las jóvenes promesas se les ofrece en muy pocas ocasiones —yo diría que en casi ninguna— la posibilidad de vestir la franela nacional en eventos foráneos, por el temor de que se fuguen en busca del sueño de llegar a las Mayores.

¿Por qué peloteros talentosos como Norel González, Ariel Martínez y Raidel Martínez —de lo mejor en el presente— no fueron elegidos para jugar en la Liga Can-Am y sí para el tope pactado contra Estados Unidos en la Isla?

La respuesta es simple. La política deportiva en Cuba sigue siendo la principal traba que no deja avanzar y desarrollar el talento, por eso no hay evolución y los atletas terminan abandonando el país para medirse en el más alto nivel del béisbol.

He aquí una lista de los diez prospectos del presente, que han sido prácticamente olvidados por la dirección beisbolera de Cuba, estando en su plena fase de desarrollo:

Luis Robert (Ciego de Ávila): Formó parte de la nómina que jugó en la Liga Can-Am, aunque lo dejaron fuera de la Serie del Caribe en febrero. Robert, ofrece velocidad en el juego, bateo de tacto y una defensa sólida. Tiene 19 años, promedia .281, con OBP de .352, OPS de .735 y wOBA de .320 en tres temporadas, donde ha conectado 133 hits en 157 juegos jugados.

Norel González (Villa Clara): Lo tiene todo para ser un jonronero natural en el béisbol —arte perdido en Cuba—. Pero solo ha recibido oportunidad en 87 juegos desde 2014. En los campeonatos nacionales sub-23, ha sido el bateador más temible, con 12 vuelacercas.

Ariel Martínez (Matanzas): Sobresale como una de las nuevas caras en la receptoría del país. Atesora un gran poder en sus muñecas, y es capaz de sacar la pelota por cualquier territorio del parque. Con 20 años, tiene un OPS de .836 y un ISO de .156. En el torneo nacional sub-23 de este año, fue el líder de jonrones, con seis.

Raidel Martínez (Pinar del Río): Tiene 20 años y solo ha lanzado 36.1 inning, con efectividad de 4.91 y 4.42 K/9. Lanza una poderosa recta entre 90-94 millas.

Ariel Hechavarría (La Habana): Es un bateador de 23 años, netamente slugger. A pesar de sus 83 ponches en dos campañas —una sola completa—, ha conectado 11 jonrones, y suma 54 remolques con 40 anotadas y 43.65 RC (carreras creadas por sus siglas en inglés).

Yolbert Sánchez (La Habana): Concentra velocidad y buena defensiva en las paradas cortas. Tiene solo una serie jugada con apenas 19 años y recibió oportunidad en 59 partidos. Bateó .280, con 49 imparables e igual número de participación en jugadas de doble play.

Luis Serrano (Sancti Spíritus): Ha demostrado mucho poder con solo 21 años y en tres temporadas registra 18 jonrones y un ISO de .211. El 34.3% de sus hits han terminado siendo extra bases. Juega la antesala y los jardines y cuenta con un brazo potente.

Ariel Yera (Cienfuegos): Es un receptor de 19 años, y estatura de 1,90, con poder ocasional y buen brazo.

Luis Vicente Mateo (Cienfuegos): Es un perfecto comodín del cuadro. Tiene un brazo poderoso, buenas manos y cubre mucho terreno, sobre todo en el campo corto.

Lázaro Najarro (Cienfuegos): Es un lanzador zurdo de 18 años y excelentes perspectivas. Puede alcanzar las 90 millas en la recta, y tiene como principal arma la curva.

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