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Béisbol

La pelota 'esclava' le gana a la 'libre'

El castrismo intervino el béisbol nacional en 1961. Hoy le toca a los cubanos desandar ese camino.

La Habana

Los hechos y noticias acerca del deporte de las bolas y los strikes durante el recién concluido mes de julio declaran la controversia entre la pelota amateur y la profesional a favor de la segunda.

El mes comenzó con el debut de Yovani Aragón en el Torneo Interpuertos de Rotterdam, un evento de menor exigencia que los Juegos Olímpicos y los Clásicos Mundiales, donde el mentor espirituano conquistó la novena corona para Cuba.

Le siguió en orden el tope entre la selección universitaria de Estados Unidos y el equipo Cuba, en el que los antillanos exhibieron el más bajo rendimiento de los últimos torneos internacionales: débil bateo, elevada cifra de ponches, fallo en los primeros bates, tácticas desacertadas, errores en fildeo y en tiro a las bases, y les robaron 15 bases en 16 intentos. Por su parte, la escuadra norteamericana también exhibió una débil ofensiva, pero contó con 12 lanzadores con velocidades de entre 93 y 98 millas.

Los cubanos, que habían derrotado a las selecciones estudiantiles en 8 de 10 oportunidades, con mayor experiencia y con un promedio de edad de 26,6 años, fueron derrotados por un equipo cuyas edades oscilaban entre los 19 y los 23 años. El mentor Víctor Mesa, quien esperaba "ganar tres o más de tres encuentros", tuvo que conformarse con una aplastante derrota. Algo similar a lo que le ocurrió en la tercera versión del Clásico Mundial, cuando aseguró que "ganaremos el Clásico, a eso vinimos, no a otra cosa", pero no pudo mejorar la quinta posición obtenida en el torneo anterior.

A estos dos hechos se unen las siguientes noticias:

1- El granmense Alfredo Despaigne, contratado por los Piratas de Campeche, conectó de 6-6 el 24 de julio e igualó el record impuesto en 1936 por el Inmortal, Martin Dihigo.

2- El cienfueguero Yasiel Puig recibió el premio al Mejor Jugador y Novato del Mes de junio, tras su debut con los Dodgers de Los Ángeles. En 26 partidos encabezó el bateo, fue líder en porcentaje de embases, conectó 7 jonrones y empujó 16 carreras. Con 44 hits se colocó segundo en la lista de todos los tiempos conectados por un novato en su primer mes, a cuatro de la marca de Joe DiMaggio, impuesta en 1936.

3- José Iglesias, infilder de los Medias Rojas de Boston (actualmente con los Tigres de Detroit), fue seleccionado Novato del Mes en la Liga Americana. En 25 partidos bateó 395 con cuatro dobles, dos triples, un cuadrangular, seis empujadas, 17 anotadas y ocho bases por bolas, tuvo 11 juegos de dos hits o más y una racha de 18 encuentros seguidos bateando imparables.

4- José Fernández, lanzador de los Marlins de Miami, con poco más de tres meses en las Grandes Ligas, fue elegido para el Juego de las Estrellas conjuntamente con el holguinero Aroldis Chapman, cerrador de los Rojos de Cincinnati; mientras el granmense Yoenis Céspedes, de los Atléticos de Oakland, ganó la competencia de jonrones en la Semana de las Estrellas.

5- Veteranos del equipo Industriales jugarán varios partidos durante la celebración de los 50 años de ese club en Miami, donde los industrialistas residentes en la Isla se enfrentarán a industrialistas residentes en la otra orilla.

Los hechos y las noticias reseñadas nos remiten al momento en que se abolió la pelota profesional. Hasta esa fecha Cuba contaba con un abultado aval en eventos internacionales. Después de la Primera Serie Mundial de Béisbol Amateur, celebrada en Londres en 1938, las cinco siguientes se efectuaron en el estadio La Tropical de La Habana, de las cuales la Isla ganó cuatro. Mientras que la Serie del Caribe surgió a petición de Cuba, cuando en 1948 propuso ante los delegados de Puerto Rico, Panamá y Venezuela, celebrar una serie anual entre los equipos campeones para decidir el mejor de la región. La Habana fue la anfitriona de la primera en 1949. Desde ahí, hasta 1960, Cuba ganó 7 de 12 encuentros, los últimos cinco de forma consecutiva.

Fiel a una añeja relación entre política y deporte, el líder de la revolución realizó una prolongada intervención en la pelota. El 2 de enero de 1967, dijo: "Se erradicó el deporte profesional, y sobre todo, se erradicó en aquel deporte, que era uno de los más populares: la pelota… Pero lo más interesante es que jamás ningún deportista profesional cuyo negocio es el deporte, jugó con tanto entusiasmo, con tanta entereza, con tanto coraje, como el que llevan a cabo nuestros deportistas, que no son profesionales".

Ciertamente la revolución llevó la pelota a todos el país, construyó varios estadios, renombró al Gran Stadium del Cerro como Estadio Latinoamericano y le añadió nuevas graderías. A cambio impidió que peloteros cubanos, con estirpe de estrellas, se midieran con los mejores del mundo y que los fanáticos de la Isla se privaran de disfrutar del béisbol profesional que, en vivo o por las cadenas de radio y televisión, disfrutaban desde cualquier punto del país. Sin embargo, el profesionalismo no se erradicó, más bien se solapó. Si profesional es el que percibe un salario por la labor que desempeña, los peloteros de la Serie Nacional, que reciben su salario por esa función, han sido profesionales desde esa fecha hasta hoy.

Con esa pelota "libre" Cuba estableció la supremacía durante décadas en las competencias amateurs centroamericanas, panamericanas y mundiales. Se proclamó la gran victoria sobre la pelota "esclava". Rebosante de orgullo, en octubre de 1975, Castro sentenció: "si en otros países de América latina no existe la revolución social, no se desarrolla la revolución social; por mucha técnica; por muchos entrenadores que contraten; por muchas cosas que inventen, no podrán obtener los éxitos que obtiene Cuba en el deporte".

La ilusión se desvaneció. Cuba había estado ganando a los amateurs con un equipo profesional. Al comenzar los choques con presencia de profesionales, la pelota "esclava" demostró ser superior a la "libre", como ocurrió en los Clásicos. Los resultados comenzaron a decepcionar. Pero lo peor ha sido los cientos de jugadores que se han fugado en busca de la esclavitud, lo que ha afectado especialmente a los lanzadores. Casi todos los mejores pitchers de los últimos 20 años han abandonado la Isla: Desde René Arocha hasta Odrisamer Despaigne y Misael Siverio, y con ellos varios cientos de peloteros de todas las categorías.

Después de una larga y brillante historia beisbolera, después de haberse medido con los mejores del mundo y haber triunfado, países sin tradición en este deporte nos vencen o les ganamos con susto. El colofón ha sido, no la derrota ante otros profesionales, sino frente a estudiantes universitarios, verdaderos amateurs que enfrentaron y barrieron en cinco partidos a los "amateurs" de la mayor de las Antillas.

Cuba está en retroceso respecto al resto del mundo. La controversia entre la pelota amateur y la profesional está decidida a favor de la segunda. Se impone abandonar la estrategia trazada en 1961. Aunque no se reconozca públicamente, que es mucho pedir, lo más importante es acelerar los pasos que se están dando para regresar al camino que no se debió abandonar. De momento Cuba estará presente en la próxima Serie del Caribe que tendrá lugar en la Isla Margarita, Venezuela, pero el sueño de muchos aficionados y de muchos de los que hoy brillan en la Pelota Profesional, es poder representar a Cuba en el próximo Clásico. No es un gran reclamo, es sencillamente permitir a los peloteros cubanos que residen en el exterior defender los colores de su bandera, como lo hace el resto de los 15 países participantes.

 
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