Back to top
Crisis migratoria

Elegguá se va a Turbo

Reinier González, participante de la crisis migratoria en Ecuador ha vuelto a Cuba y habla de su experiencia.

Sagua la Grande

Reinier González acaba de llegar a Cuba. "Cuando salí de Ecuador", dice, "todo estaba más desolado que nunca. Una semana antes de venir, los amigos que me quedaban se marcharon a Turbo, la localidad próxima a la frontera donde miles de cubanos intentan continuar viaje hacia Estados Unidos."

Revisó en un mapa colombiano las rutas que sirven para llegar al campamento. Ha repasado el dedo sobre las carreteras y caminos de Colombia, sin decidirse a partir: "No quise ir para Turbo porque tengo mis papeles de residencia en Ecuador, y es muy incierto el desenlace de la situación en Colombia".

Reinier, profesor de Educación Física, desempleado, participó en los disturbios que precipitaron la crisis fronteriza. En Quito se pugnó por un puente aéreo. Los cubanos apelaron sin éxito a varios gobiernos. Se atrevieron a la desobediencia civil y fueron expulsados de los parques. 

Los incidentes de Ecuador confirman que es posible encarar al Poder, plantar al menos la carpa apacible de la desobediencia civil. Y si arremeten contra campamento, si te echan, alojarte en otra parte, sin renunciar al gesto de resistencia.  

¿Cómo se organizaron los cubanos en Quito?  

Primero se creó la ANCE, una asociación de cubanos en Ecuador. Se fundó para defender los derechos de los cubanos, y al poco tiempo empezaron a soñar con el puente aéreo humanitario. Lo cierto es que esa asociación no expresaba la realidad de lo que pasaba con los cubanos. Tenían miedo de llamar las cosas por su nombre.

Se crearon grupos en las redes sociales. Ahí estaba Peter Borges, un cubano que habla muy bien y exigía una vía segura para sacar a los cubanos de Ecuador. Él estaba en contra de cualquier disturbio.

¿Borges inicia la negociación? 

Se intenta negociar con México. Él hace una petición. Y el cónsul responde que la solución a la situación de los cubanos en Costa Rica y Panamá fue excepcional y no se repetirá. Semejante gestión se hizo con Canadá, sin éxito.

Cuando llegamos en manifestación a la Embajada de EEUU, vimos un grupo de antimotines y policías que no nos permitieron acercarnos al lugar. Ahí estuvimos dos veces, porque se hizo otra manifestación.

Participé en la manifestación ante la Embajada de México. La gente decía: "Nos vamos, nos vamos pronto". Había mucha alegría.

¿Cuándo se consolidó la crisis de Turbo?

Las personas empezaron a desesperarse, y Peter Borges pedía que mantuvieran la calma. Pero la gente ya no tenía qué comer ni con qué pagar el arriendo. Así aumentó el número de varados en Turbo. Se cansaron y decidieron que no podían seguir haciendo las cosas por las buenas. La solución solo llegaría si se evidenciaba una verdadera crisis humanitaria. En una calle, en un parque, en una frontera.

Hablaban ya de desobediencia civil…

Sí. Mira cómo fue: unos cubanos que entraron por el Perú, sin papeles, fueron a dormir a frente a la Embajada de México. El primer día a la intemperie; al otro, empezaron a armar carpas. Peter y sus coordinadores estaban en contra, pero Efraín Sánchez, otro líder, decía que había que hacerlo. Mucha gente optó por Efraín. Nadie imaginó lo que se avecinaba.

Cientos de cubanos se fueron a la Embajada de México. Llegaron a ocupar parte de la calle. Las carpas se incrementaron. Mauricio Rodas, alcalde de Quito y opositor al Gobierno de Rafael Correa, hizo colocar un baño. ¡Un baño para más de 100 personas!

¿Aún no había acoso policial?

Empiezan a surgir amenazas. La situación se va de las manos. Los policías antimotines agredieron a los cubanos, los golpearon, les quitaron los alimentos donados por ecuatorianos y organizaciones humanitarias.

Muchos de los que no tenían papeles se fueron a Colombia, también a Turbo. Otros cubanos se instalaron en La Carolina, uno de los grandes parques de Quito. Ahí reconstruyeron el campamento. Efraín, al frente, pedía que se incorporaran todos los que deseaban ir a EEUU. El alcalde autorizó a permanecer en el Parque del Arbolito. El permiso duró una semana.

Allí ocurrió el incidente más violento…

Los antimotines se dejaban ver a veces, como anunciando un desalojo. Y lo hubo. Dicen que había drones, dos francotiradores en los edificios, y numerosos efectivos policiales. Algunos cubanos fueron apresados, procesados y deportados; otros escaparon. Los deportados salieron de Ecuador en aviones militares. El último vuelo no salió de Quito. Se originó en Latacunga. Querían ahorrarse protestas en el aeropuerto principal.

Como en Quito no podía hacerse nada más, muchos deciden irse también a Turbo. No confiaban en el Gobierno colombiano, sino en la situación que ya existía en Turbo, tan dramática como para obligar a la solución.

El Gobierno de Colombia convida a salir de su territorio, y amenaza con la deportación. Con esa espada de Damocles encima, ¿por qué tantos insistieron en permanecer en Turbo?

Sienten que tienen una posibilidad, aunque cada más lejana, de llegar a EEUU. Desde Cuba, no. Por eso no quieren volver a La Habana. Hay que analizar otra cosa: son personas que compraron un pasaje costoso para salir de Cuba. Lo vendieron todo. Aquí no tienen nada. Apostaron por ese sueño. Ahora solo les queda seguir.

¿Y volver a Ecuador? ¿No sería preferible a la deportación hacia La Habana?

La mayoría no tiene manera de legalizarse. También hay gran discriminación contra nosotros en Quito, mucha xenofobia. En Ecuador abundan los venezolanos y colombianos, pero el odio mayor es para nosotros. No sé por qué, pero es así. Llegas a un lugar y te dicen: "No queremos cubanos". Va un venezolano y lo contratan. Va un colombiano y lo contratan. Y a ti te dicen: "No queremos cubanos".

Cuando salí de Ecuador me dijeron en la aduana: "¿Por qué llevas esa piedra? No se permiten objetos contundentes, armas, en cabina". "Ese es Elegguá", respondí. "Soy religioso. Pero si quieres quédate con él. De todos modos, buscará el modo de salir de Quito y llegar a Turbo".

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.