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Economía

Cinco puntos: desgranando el discurso económico de Raúl Castro

Comentario a cinco temas acerca la economía tratados por el Presidente cubano el 29 de diciembre de 2015, en la clausura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

La Habana

Comentario a cinco temas acerca la economía tratados por el Presidente cubano el 29 de diciembre de 2015, en la clausura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

1- A pesar de que los efectos del bloqueo estadounidense se mantienen sin cambios y las restricciones financieras externas se han agudizado en el segundo semestre, el Producto Interno Bruto (PIB) de este año creció un 4%.

Ni el efecto del "bloqueo" se mantiene sin cambios, ni las restricciones financieras se han agudizado. El "bloqueo" fue flexibilizado con las medidas dictadas por la Casa Blanca desde que se anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países; mientras las restricciones financieras se aliviaron con las renegociaciones de la deuda externa, especialmente cuando el pasado semestre el Club de Paris condonó las tres cuartas partes de los débitos cubanos.

En cuanto al PIB, el Gobierno reconoce que para lograr un desarrollo significativo se necesita un crecimiento de hasta un 7% anual. Sin embargo, entre los años 2011 y 2014 creció a un ritmo promedio de 2,3%, y en el último de estos tres años, en 2014, el crecimiento fue de solo de 1,3%. Luego, en julio de 2015, Raúl Castro anunció que se había revertido la tendencia a la desaceleración del crecimiento del PIB y estimó que al concluir el año quedaría en el entorno del 4 %, que es la cifra ahora anunciada como logro.

Para comprender lo reducido de ese crecimiento hay que tener en cuenta que la caída del PIB, entre 1989 y 1993, fue de un 34%. Por tanto, el 4% anunciado más allá de que sea o no real, no demuestra una verdadera recuperación, como podemos en los siguientes cuatro ejemplos:

 

a- La industria azucarera, según informó el ministro de Economía Marino Murillo, creció un 16,9% respecto al 2014. Sin embargo el plan del año se incumplió en unas 73.000 toneladas, obligando a emplear unas 30.000 toneladas del consumo nacional para suplir el déficit destinado a la exportación.

b- La industria manufacturera creció en 9,9%, pero el estado de obsolescencia tecnológica en las industrias asociadas generó considerables carencias de productos en la red de tiendas en divisas, obligando a importar, entre otros rubros, miles de toneladas de pollo y miles de cajas de cervezas, con la consiguiente erogación de divisas adicionales.

c- El sector del transporte creció, pero las deficiencias en la transportación de cargas ocasionaron daños a los demás sectores e influyó en los gastos ocasionados  por concepto de estadía de los buques.

d- La agricultura creció, pero por incumplimientos hubo que comprar 50.000 toneladas adicionales de arroz y una cantidad adicional de leche para suplir la dejada de producir. Por tanto, con esas deficiencias la cifra del 4% dice poco y se refleja menos en la vida de los cubanos.

 

2- El próximo año continuará creciendo el Producto Interno Bruto, pero lo hará a un menor ritmo, el 2%, como consecuencia de que se proyectan limitaciones financieras asociadas a la caída de ingresos en los rubros exportables tradicionales por la disminución de sus precios en el mercado mundial, como por ejemplo el níquel.

Lo primero es que si la aritmética es independiente de la ideología, dos es la mitad de cuatro. Entonces, si el PIB pasa de un 4% a un 2%, no se puede hablar de un menor ritmo para 2016, sino de un decrecimiento. Lo segundo es que si en el pasado año se lograron varias condonaciones y negociaciones de la deuda, entre ellas las del Club de Paris, que perdonó a Cuba $8.500 de $11.100 millones, si gracias a las relaciones con Estados Unidos han aumentado las remesas familiares que al cierre de 2013 ya oscilaban entre 1.4 y 2.000 millones de dólares, y si por el turismo y los servicios médicos continúan ingresando otros miles de millones de dólares, el nuevo decrecimiento no se puede explicar a partir de supuestas restricciones financieras sin mencionar otras causas, como la reducción y/o total pérdida de los cientos de miles de barriles de petróleo que diariamente Venezuela venía entregando a Cuba.

3- Aunque la cifra de visitantes se elevó hasta tres millones y medio, no debe soslayarse que este resultado se obtiene pese a que Cuba todavía continúa siendo el único país del mundo en el que los ciudadanos de Estados Unidos tienen prohibido visitar como turistas.

El aumento en la cifra de visitantes no se obtuvo pese a que los ciudadanos norteamericanos tienen prohibido viajar a Cuba, sino todo lo contrario. Se logró en buena medida por la ampliación realizada por el presidente Barack Obama de las 12 categorías establecidas por el Departamento del Tesoro, gracias a lo cual decenas de miles de estadounidenses y de turistas de otras procedencias arribaron a la Isla desde principios de pasado año. Sin ellos la cifra alcanzada no hubiera sido posible. De igual forma, los próximos crecimientos serán influidos considerablemente con la inminente llegada de nuevos vuelos regulares acordados y del arribo de ferrys, todo lo cual guarda relación con las expectativas creadas por las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

4- No obstante las limitaciones financieras se han venido cumpliendo los compromisos asumidos en los diferentes procesos de reordenamiento de las deudas con acreedores extranjeros y se ha reforzado la tendencia hacia la progresiva recuperación de la credibilidad internacional de nuestra economía. La última evidencia fue el acuerdo alcanzado el 12 de diciembre con el Club de Paris. Este acuerdo facilita el acceso a financiamientos a mediano y largo plazos muy necesarios para la ejecución de inversiones previstas en nuestros planes de desarrollo.

Más que del cumplimiento de los compromisos asumidos, el resultado ha dependido  de que: a- el pragmatismo de los acreedores, quienes saben que con la crítica situación de las finanzas cubanas será imposible cobrar la deuda; b- la presión ejercida por las compañías de los países acreedores para poder invertir en la Isla en el nuevo escenario, a sabiendas de que la distensión con Estados Unidos crea oportunidades que los norteamericanos todavía no pueden capitalizar; c- las expectativas por la reanudación de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos; y d- la insistente propaganda del Gobierno cubano en demostrar la "recuperación de la economía".

La lógica del Gobierno cubano responde a otra razón. El fracaso de las reformas y la crisis económica de Venezuela han multiplicado la escasez de efectivo, por tanto, el acceso a financiamientos a corto y mediano plazo, especialmente de los países integrantes del Club de París, brinda un nuevo respiro sin tener que adentrarse en la relación con Estados Unidos.

Sin embargo, lo que se ha condonado son los enormes intereses acumulados durante años, pero la deuda matriz continúa pendiente. El Club de París perdonó a Cuba $8.500 de $11.100 millones de deuda, pero el acuerdo impone duras penalizaciones si el Gobierno cubano vuelve a incumplir. Por tanto, se reinicia el juego con generosidades pero con reglas claras: Cuba tiene que honrar los compromisos, que es lo que nunca ha hecho, lo cual en el mediano-largo plazo resultará imposible si no se introducen los cambios estructurales que la economía y la sociedad requieren. Algo tan necesario como imposible de acometer sin la voluntad política correspondiente. El temor ante el compromiso parece explicar las palabras de Marino Murillo, en la ANPP del pasado mes de diciembre, que sin lograr un crecimiento sostenido en la economía, dijo: "Debemos trabajar por un endeudamiento sostenible."

5.- Nos corresponde potenciar al máximo las reservas de eficiencia, concentrar los recursos hacia las actividades que generan ingresos por exportaciones y sustituyen importaciones, hacer más eficiente el proceso inversionista y crecer en las inversiones del sector productivo y de infraestructura, priorizando la sostenibilidad de la generación eléctrica y el crecimiento de la eficiencia en el uso de los portadores energéticos.

Esto es más de lo mismo. Tales planteamientos los podemos encontrar en los cientos de discursos de los funcionarios cubanos a lo largo de más de cinco décadas sin resultado alguno. Las reservas existen, pero están en otra parte: en la reforma que la realidad cubana pide a gritos.

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