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Música

Heavy Metal en Cuba: una historia por contar

La resistencia frente a la represión oficial y la búsqueda de un público.

La Habana

En 1986, el grupo Venus estrenó su tema titulado "Del metal más duro", posiblemente el primero de  heavy metal, original y en español, que se dio a conocer en la Isla. Canciones de Venus, como las aceleradas "Pershing" y "Metalizando el espacio", marcaron una pauta insoslayable.

Los ecos de la avalancha metálica que sacudía al mundo llegaron a Cuba en circunstancias muy peculiares. El gobernante Fidel Castro había decretado un supuesto proceso de rectificación de errores y tendencias negativas. Pero los rockeros cubanos permanecían en el colimador del Departamento Ideológico del PCC y el MININT. Carlos Aldana siguió aplicando la misma política en ese sentido, heredada de su antecesor Antonio "Tony" Pérez Herrero. Lo mismo ocurrió en el MININT, durante el periodo en que dirigió esa entidad José Abrahantes, en sustitución del tenebroso Ramiro Valdés. La política de orden interior y el accionar de la PNR, continuaron siendo los mismos.

Como consecuencia de esta situación, Venus fue obligado a desintegrarse a finales de 1987. Sin embargo justo por esa fecha se arma en la capital una banda que todavía permanece activa: Zeus. En los carnavales habaneros de 1988, esta agrupación debutó y compartió escenario con Juana Bacallao y otro grupo también debutante, pero de música bailable, nombrado Nueva Generación. Más tarde, este último fue renombrado por su director, el flautista José Luis Cortez ("El Tosco") como NG La Banda.

El 7 de enero de ese mismo año se fundó en la capital la Asociación de Músicos Aficionados de Rock (AMAR). Fue la respuesta de los rockeros y metaleros cubanos, a la ignorancia crónica con que era tratado el género por parte de la oficialista Asociación Hermanos Saíz (AHS).  La idea partió del baterista Ricardo Alfonso y el promotor independiente Luis Kohly. Varias bandas de la ascendente movida metalera local, se apuntaron a la idea. Entre otras, estuvieron Zeus, Hades, Horus y Metal Oscuro.  

El sonido heavy siguió ganando adeptos en la recta final de los 80. Fuera de la capital se formaron en Santa Clara las bandas Cronos, luego reformada bajo el nombre de Medium, y Alto Mando. En Holguín, debuto Destrozer, trabajando el fuerte estilo death metal.

En el verano de 1992, la agrupación capitalina de estilo death-trash Metal Oscuro ofrecía un concierto en la desaparecida Casa de Cultura de Playa (5ta A y calle 68, Miramar). Ese domingo, la PNR y los metaleros asistentes al lugar protagonizaron uno de los más violentos choques que se recuerdan en el periodo posterior a 1959. Más de 300 jóvenes fueron en manifestación hacia la estación de policía de 5ta A y 62, para exigir la liberación de los detenidos en el incidente.   

También en el verano de ese año, en el centro de la Isla, tuvo lugar en la localidad villaclareña de Placetas el Primer Festival de Death-Trash. Este fue el resultado de los esfuerzos de una banda local de este estilo llamada Necrófago. Allí fue presentada la primera publicación independiente del género rock surgida en la Isla, el fanzine Death Trough Your Veins. El evento duro dos días y se realizó bajo la extrema intolerancia, casi demencial, de buena parte de los habitantes del pueblo. Sin embargo el  festival tuvo una segunda edición, en agosto de 1994. Para ese entonces, se había consolidado la que era una incipiente escena metalera nacional. Entre 1990 y 1993, surgieron en la capital los grupos: Sentencia, Celhlow, Krudenta, Madness, Estirpe, Trance, Agonizer…

En el interior del país: Metal Sagrado, Ultranza (Pinar del Rio); Necromorgue (Matanzas), Infestor, Cronos, Alíen… y la banda más importante surgida en ese periodo en Villa Clara: Sectarium. Más al este batallaban Metalaxia (Camagüey), EPD y Destrozer.    

En mayo de 1996, se realizó en el capitalino teatro Karl Marx la denominada Primera Muestra Nacional de Rock. Esta fue auspiciada por la AHS y la UJC nacional. Para esos momentos, el denominado "boom de la salsa" daba signos evidentes de agotamiento. La mayoría de sus cultores habían orientado su trabajo hacia el turismo internacional o las giras por el extranjero. Mientras tanto, las diversas aristas del rock captaban a su favor una oleada de público generacionalmente nuevo. También el metal y sus ramificaciones, ganaron espacios, con mucho esfuerzo y enfrentando duros obstáculos. La radio, salvo excepciones, no fue propicia a la difusión del género. La televisión seguía siendo un coto cerrado.

Entre 1994 y 1996, los hermanos Domenech de Villa Clara y un promotor musical habanero nombrado Dyango Pulido, consiguieron contactar con la polémica, y entonces casi desconocida, escena del estilo black metal de Noruega. El 2 de enero de 1997, fue brutalmente asesinado a la salida de una discoteca en Caibarién (Villa Clara) el líder de la agrupación placeteña Sectarium. Mientras tanto, la banda capitalina Zeu, logró insertarse dentro de un disco promocional variado de música cubana, editado para el mercado estadounidense. El productor del disco Diablo Al Infierno  fue David Byrne. El título correspondió con el del tema que cierra el fonograma, aportado por  Zeus.

En la capital nació, haciendo el  estilo death-grind, Combat Noise, aún en activo. En septiembre de ese mismo año 97, debutó en la oriental ciudad de Holguín el primer grupo de estilo black metal surgido en la Isla: Mephisto. La recta final de los años 90 trajo consigo la inserción de otras tendencias dentro de la escena metalera cubana. La década siguiente, de la cual me ocuparé en artículo venidero, fue definitoria en su consolidación.        

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