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derechos laborales

'Los asalariados cubanos tienen poco que celebrar en el Día Internacional del Trabajador'

La Asociación Sindical Independiente de Cuba denuncia los atropellos que comete el régimen de La Habana en tiempos de pandemia.

La Habana
Carretillero o vendedor ambulante de productos agrícolas.
Carretillero o vendedor ambulante de productos agrícolas. La Demajagua.

La Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC) denunció que se incluyera a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), una organización monopólica por imposición estatal y brazo de control social del régimen cubano, en una iniciativa regional para celebrar el Primero de Mayo.

La CTC "protagoniza, junto a los mecanismos de represión de la dictadura, la violación sistemática de las libertades sindicales y cómplice de la represión que padecemos los activistas del sindicalismo independiente en Cuba", sostiene.

Recuerda que "ahora mismo en nuestro país se detiene y encarcela a trabajadores por cuenta propia por razones injustificadas y que demuestran, una vez más, el talante opresivo de la élite de poder".

La propia prensa oficialista cuenta que decenas de trabajadores han sido detenidos y presentados a tribunales espurios donde son juzgados por presuntos delitos de propagación de epidemias, desacato, actividad económica ilícita, atentado y otras figuras delictivas, creadas para intentar acallar las críticas al modelo establecido hace más de seis décadas, lamenta.

En tal sentido, la ASIC presenta a la iniciativa "Primero de Mayo Internacional" tres casos concretos que ilustran la situación.

Uno de ellos es el del trabajador por cuenta propia, Juan Miguel Pupo Arias, residente en San José de las Lajas. Mientras laboraba como carretillero o vendedor de viandas y vegetales, fue arrestado y acusado de una supuesta propagación de epidemia. Más tarde fue condenado a seis meses de privación de libertad en un juicio a puerta cerrada y sin las debidas garantías procesales. Fue golpeado, vejado y ultrajado, según nos cuentan sus familiares.

Otro es el sindicalista independiente Duniesky Rafael Caldoso Peláez, residente en Cienfuegos, despedido de su puesto de trabajo por órdenes de la policía política, en pleno apogeo de la pandemia, sin otra justificación que su afiliación a la ASIC.

El tercer caso es de Walfrido Rodríguez Piloto, un carretillero y trabajador por cuenta propia de La Habana, quien a finales del año pasado había sido despojado de su mercancía por la policía durante un operativo, y multado tras ser liberado, fue detenido nuevamente a fines de abril y en menos de 48 horas juzgado de manera sumarísima sin permitírsele el acceso a un abogado. Finalmente resultó condenado a ocho meses de cárcel por un presunto delito de especulación y acaparamiento.

Para la ASIC, "el régimen está usando la COVID-19 para violentar los convenios internacionales y socavar, aún más, las libertades básicas con la anuencia de los funcionarios de la CTC, los mismos que niegan ser un apéndice del estado cubano y aseguran ser autónomos e independientes".

La organización también alerta de la situación de Willian Esmérido Cruz Delgado y Alexey Rodríguez Martínez, dos sindicalistas independientes que se encuentran cumpliendo penas carcelarias, "ante las altas probabilidades de que se contagien con el coronavirus, en medio del hacinamiento y de las condiciones infrahumanas, sobre todo de índole higiénico-sanitarias, a las que se exponen".

"Como verán, los asalariados cubanos tienen mucho que lamentar y poco que celebrar en el Dia Internacional del Trabajador", señalan a los organizadores de la iniciativa internacional.

El trabajo privado en el foco

En otro documento, la ASIC hace llegar este Primer de Mayo un reconocimiento especial a los profesionales de la salud que combaten desde la primera línea, la pandemia del Covid-19.

"Al gobierno cubano le decimos: no impidan más el accionar de la sociedad civil independiente, en aras de servir a nuestro pueblo en estos momentos difíciles, cesen la persecución y represión tanto a los periodistas independientes, artistas, activistas de la sociedad civil, como a los trabajadores por cuenta propia y sindicalistas independientes", añade.

Reclama que se le debe continuar pagándole el 100% del salario a los trabajadores terminado el primer mes de interrupción laboral, teniendo en cuenta los altos precios de los alimentos y de los artículos de primera necesidad y los bajos salarios que perciben.

"Es ahora cuando mejor se visualiza lo incompleto de la política del trabajo por cuenta propia y como esta se ha especializado más en el control y cobro de impuesto, mas no en la seguridad de sus miembros, máxime en las condiciones presentes, en que muchos se encuentran en un limbo sin seguridad ni trabajo", expresa.

La ASIC considera "imperativo moral revisar esta ley y garantizarles los derechos fundamentales a estos trabajadores, los cuales ya aportan a las finanzas de país alrededor de un 30% del PIB".

Pide "la entrega en propiedad de tierras a todos los usufructuarios o aquellos que tenga condiciones y quieran trabajarla", el "cese la persecución a la circulación de productos del agro en el sector cuentapropista" así como la derogación de las resoluciones 103/2019 y 427/2019 del Ministerio del Trabajo y la Seguridad Social, que asfixia y oprime a los trabajadores por cuenta propia".

También reclama al régimen que "reconozcan de nuevo el mercado libre campesino el cual fue destruido con todas las trabas burocráticas conocidas e impuestos gravosos".

Sobre "la exportación de médicos en medio de esta crisis de salud mundial", señala: "No engañen más afirmando que ésta es una ayuda solidaria; lo inaceptable de esto no es que se cobren estos servicios a estados extranjeros, sino que literalmente le asalten el bolsillo de estos profesionales que solo ganan, bajo estrictos condicionamientos, un tercio de lo que paga al estado cubano por sus servicios".

"La ASIC un día como hoy no podría dejar de pedir en nombre de nuestros trabajadores el cese de las continuas violaciones a los convenios 87 y 98 sobre la libertad sindical y el derecho a la protección de este derecho. Que acabe de ser el sentido común y no la soberbia, quien rija el destino y la política en Cuba", agrega.

Por último, "convoca a todos los trabajadores cubanos a pronunciarse por un trabajo digno con seguridad, decoro, en libertad y sin sometimiento".

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