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Covid-19

El Covid-19, una lápida para la débil economía cubana

Los motores económicos de la Isla se han paralizado bruscamente, y no parece haber un plan para el día después, advierten expertos a DIARIO DE CUBA.

Madrid
Cartel en un negocio privado de La Habana.
Cartel en un negocio privado de La Habana. AP

Mucho antes del 11 de marzo, día en que la Organización Mundial de Salud declaró al nuevo coronavirus pandemia mundial y se detectaron en Cuba los tres primeros infectados, la economía de la Isla ya se encontraba en lo que algunos consideran la mayor crisis desde el llamado "Período Especial" de los años 90.

Uno de los factores que apoyan esa opinión es que durante los últimos siete años el PIB del país no ha crecido prácticamente. Sobre ese escenario, se ha producido el impacto negativo de la pandemia.

El descenso de la economía podría llegar a cerca del 6% del PIB, "casi el doble de lo que estima CEPAL y ligeramente por encima de otros países de la región", advierte en declaraciones a DIARIO DE CUBA el economista Elías Amor.

"Los motores de la economía (turismo, remesas, inversiones extranjeras, exportaciones, llegadas de petróleo y consumo interno de las familias) se han paralizado bruscamente debido al confinamiento, y no hay alternativas para recuperar el crecimiento pues los ingresos por la venta de servicios médicos son insuficientes", argumenta.

En su opinión, resulta además preocupante que "el Gobierno no haya presentado un plan para el día después".

"Se mantiene dando vueltas con el plan 2030 y los lineamientos (del Partido Comunista), y todo ese material ha quedado obsoleto desde la aparición del Covid-19. Hay que hacer reformas estructurales profundas que, por desgracia, no están a la vista", considera.

Sector privado

El también economista Pedro Monreal, en un texto publicado el 28 de abril en su blog, resalta la importancia del sector privado, el cual en su opinión podría ser uno de los activos para disminuir el impacto de la crisis, pero "su aprovechamiento exigiría la legalización del funcionamiento de las pequeñas y medianas empresas".

Una de las razones que esgrime Monreal para defender la importancia de este sector (al cual el Gobierno destina el eufemismo de "Trabajo por Cuenta Propia", TPC) es que desde 2008 ha sido el único que ha incrementado el empleo neto en Cuba, con un aumento equivalente al 4,9% anual, llegando en 2019 a contar con el 31,8% del empleo del país, a pesar de encontrarse sumamente limitado por las restricciones que le impone el Gobierno cubano.

Actualmente, las autoridades de la Isla restringen considerablemente el desarrollo de negocios que merecen la categoría de empresas, por lo que diversos economistas y empresarios reclaman una ley de Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES).

Este formato, señala Monreal, "ofrece ventajas técnico-productivas superiores al ambiguo esquema con el que hoy opera el TCP, algo que en 'la forma' parecería ser una modalidad de trabajo individual y familiar, pero que permite contratación de empleados, aunque legalmente no se reconocen las empresas privadas nacionales".

Además, el economista hace énfasis en que junto a la legalización de las PYMES se debe eliminar el "sistema nominalizado de licencias (estrecho y primitivo) que impide el despliegue de las capacidades técnicas de una parte de la fuerza laboral del TCP".

Turismo, remesas y servicios médicos

El sector turístico, al que el Gobierno y los militares han apostado con la construcción de hoteles e infraestructuras en los últimos años, se ha detenido bruscamente tras el cierre de fronteras por la pandemia.

Esta rama, que mostró un crecimiento importante (las visitas a la Isla se duplicaron entre 2007 y 2017), ya venía sufriendo considerables bajones provocados principalmente por las medidas dictadas desde la Administración Trump.

El comunicólogo y sociólogo Lenier González Mederos, en un artículo publicado en The Dialogue, resalta que el actual cierre de fronteras afectará a este sector de una forma sin precedentes, generando cuantiosas pérdidas a la Isla, que "tendrán implicaciones de alto impacto, dada la conexión del sector con otras zonas de la economía cubana".

Preguntado al respecto por DIARIO DE CUBA, el economista Carmelo Mesa-Lago estima que las perdidas podrían rondar los 3.000 millones de dólares.

Pedro Monreal, por su parte, cree que en una eventual recuperación económica en el año 2021, "el turismo, que de 'locomotora' pasó a ser un factor 'acelerador' de la recesión, es probable que funcione como factor 'retardador' de la recuperación, porque no se vislumbra una reactivación segura y sustancial de los flujos de turismo en 2020 y 2021".

También se calcula que las remesas, una de las principales fuentes de ingresos de la Isla, puedan disminuir en más de 1.189,3 millones de dólares, según estimaciones realizadas por The Havana Consulting Group (HCG).

Estas cifras no resultan descabelladas si tenemos en cuenta el impacto que está teniendo la pandemia en las economías de Estados Unidos y países europeos como España e Italia, donde habita una importante comunidad de emigrantes cubanos. Por esta razón, Emilio Morales, presidente de HCG, considera que esos envíos de dinero podrían menguar entre un 20% y un 30%.

La venta de servicios profesionales al extranjero, en su mayoría personal de salud con contratos que muchos comparan con la esclavitud, ha sido la principal fuente de ingresos del Gobierno en los últimos años, a pesar de haber caído entre 2012 y 2017 del 13,8% del PIB al 8,3%.

Pero a esta disminución se debe sumar la cancelación de los acuerdos con Brasil, Bolivia y Ecuador en los últimos dos años y la reducción del personal en Venezuela, lo que, según las declaraciones de Mesa-Lago a DDC, no podrá ser compensado por las recientes brigadas enviadas a una veintena de países.

Este panorama se agrava aún más con la agudización de la crisis económica de Venezuela, que en 2012 se estima llegó a aportar al Estado cubano aproximadamente 14.000 millones de dólares.

Tampoco del comercio pueden esperarse buenas noticias, ya que los productos que más ingresos reportan al país, como es el caso del níquel, han caído ampliamente en el mercado internacional. Algo semejante sucede con el tabaco, cuyas exportaciones en 2019 aumentaron solamente en un 2%, el menor crecimiento de los últimos seis años.

Economic Inteligence Unit, la división que se encarga de la investigación, análisis y pronósticos del grupo The Economist, calcula que la exportación de bienes y servicios de Cuba se reduzca en un 16% durante el 2020.

En general, las opiniones de los economistas hacen pensar en tiempos aún más difíciles para un país con las infraestructuras sumamente deterioradas, crisis en el transporte, la alimentación, la vivienda e incluso con el abasto de agua, y todo esto sumado al éxodo principalmente de jóvenes que sigue consolidando a la Isla como uno de los países más envejecidos de la región.

 

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2 comentarios

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Profile picture for user Ana J. Faya

Si esta pandemia significa un mazazo sobre la economía de países con economías fuertes como EEUU, Alemania u otros, ¿qué se puede esperar para la enclenque economía cubana con el corona o sin corona?

Profile picture for user Ares I

Mientras estén ahí los segurosos del minint, con su jabita garantizada (y todavía falta mucho para que raúl se ponga a "raspar la cazuela" como maduro en venezuela, tirando con las reservas del oro) el socialismo seguirá rigiendo el destino económico, el puesto a dedo seguirá proclamando continuidad y veremos a la revolución celebrar 61 62 y 63 años.
Lo único es que el pueblo se arreste de verdad y arrase con los segurosos y el puesto de viandas...