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Teatro

Jazz Vilá cambia las reglas del teatro cubano con 'Eclipse'

Concursos en internet y a la entrada de la sala, sponsors estatales y privados, y un final elegido por el público son algunas de las novedades en su versión de 'La señorita Julia'.

La Habana

Por primera vez, una obra de teatro en Cuba combina la presentación en el escenario con concursos a la entrada de la sala y a través de internet, un video clip y tema oficial, y una forma de financiamiento prácticamente desconocida en las tablas de la Isla: los sponsors o colaboradores.

Todo eso se hace realidad en Eclipse, la próxima puesta en escena del joven actor y director Jazz Vilá, a partir del clásico La señorita Julia, cuyo estreno será el 4 de marzo en la Sala Adolfo Llauradó.

Vilá, cuyo primer montaje, Rascacielos, fueron a ver 10.000 espectadores, ahora se ha propuesto atraer al público joven al teatro, despertar su interés por los clásicos de la literatura universal y potenciar el nivel de entretenimiento de la puesta en escena mediante la interacción obra-espectador. Para ello se ha valido de una novedosa forma de producción y promoción, y de un interesante montaje.

Además de la tradicional y necesaria asociación con el Centro de Teatro y el Consejo de Artes Escénicas, Eclipse cuenta con más de veinte colaboradores, tanto estatales (Ciego Montero, Lauros, Colibrí, Havana Club), como negocios privados (La Catedral, El Cocinero, Clouds Publicity, Infinity, Vistar, Starbien etc.). A ellos se suman las embajadas de Noruega y Suecia, Red Bull, PMM y otra decena de "mecenas" que han preferido permanecer en el anonimato.

"Para el teatro cubano es fundamental el apoyo tanto del Estado como de negocios privados. ¿Qué ganan ellos? Todos sabemos que la publicidad, que no se utiliza aquí como en el mundo. Pero creo que ellos ganan en la medida en que hacen que nuestra propia cultura e identidad no muera", declaró Vilá.

"Está el hecho de apoyar al arte, mucha gente quiere defender eso de verdad. Hay algunos que apoyan la obra y no quieren que su logo aparezca. Como mismo he tenido la fe de aportar un granito de arena para que los jóvenes se acerquen al teatro, ellos han depositado la confianza en mí al respaldar esa labor", añadió.

El joven director dijo desear que "esto se vuelva una constante para los otros grupos, pero que lo utilicen bien".

"Ya es difícil todo, pero los actores necesitan trabajar en comodidad para poder tener procesos creativos, y eso puede conseguirse con una gestión, un hermanamiento. A veces la autocensura es terrible", dijo. El uso de este mecanismo "no está prohibido", añadió.

"Es muy importante no ir ajeno a los tiempos y a lo que está pasando. Si el teatro no recibe ayuda es imposible hacer un teatro que llegue a la audiencia. Eso es fundamental", sentenció Vilá.

Por otro lado, los mecanismos de promoción también son novedosos. En las redes sociales circula desde el primero de febrero un concurso vinculado a Eclipse con diversos premios que se darán a conocer el día del estreno.

Además, cada día en la entrada de la Llauradó se realizarán también concursos de cultura cubana y preguntas vinculadas al teatro, con premios para los ganadores.

"Hoy el público está en un parque conectado a internet y no va al teatro a ver un clásico como La señorita Julia. Hay que utilizar determinados ganchos para llegar a él y atraerlo a la sala, hacer una nueva comunidad", explicó Vilá.

"Si logramos que un grupo de personas vean el anuncio en internet, sepan de la obra y participen en el concurso, van a ir a la función, al menos para saber si ganaron. Estamos despertando el interés y tratando de llegar a todos, por eso también hay una gigantografía en Línea y G", añadió.

Aunque Vilá ha puesto el énfasis en el "nuevo público", apostando por que los seguidores habituales del teatro cubano también llegarán a la Llauradó.

No solo las peculiares vías de producción y promoción despiertan la curiosidad, sino también la incertidumbre de una puesta en escena cuyo final será elegido cada noche por el público a través de una votación. Asimismo genera expectativa la solución dramatúrgica de Vilá para hacer converger lo clásico y lo contemporáneo.

Eclipse sirve de telón para traer a la actualidad a los personajes que hace más de un siglo creara August Strindberg: Julia, Juan y Christina, los protagonistas de un turbulento triángulo amoroso en la Europa del siglo XIX.

"El texto de Strindberg más que una inspiración ha sido una selección. Son seis escenas para contar la historia. Texto, época y vestuario están íntegros, pero mi afán no ha sido montar La señorita Julia, es acercarla a los jóvenes desde una visión contemporánea".

Integran el elenco jóvenes actores, algunos que ya trabajaron con Vilá en Rascacielos y otros que actúan en el Decamerón de Teatro El Público.

En la escena estarán Camila Arteche, Lulú Piñera, Catherine Núñez, Cinthia Paredes, Reymundo Miranda, Juan Varelo, Riuber Alarcón, Yaniel Castillo, Gabriel Ricard, Germán Alcolea.

Broselianda Hernández hará una aparición estelar a través de un audiovisual, interpretando a Teresita, la madre de Julia, que en la propuesta de Vilá es una trabajadora de una cooperativa en Santa Clara.

Eclipse también cuenta con una tema oficial, de Kelvis Ochoa. Además se realizará un vídeo clip, dirigido por Vilá y el también actor de la pieza Juan Varelo.

Las funciones serán 24 y tendrán lugar a partir del 4 de marzo, de martes a domingo, en la Sala Adolfo Llauradó, en la Casona de Línea.

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