Vencida la primera mitad de la fase clasificatoria, la edición número 58 del campeonato de béisbol doméstico cubano amanece con un abrazo en la cima de la tabla de posiciones.
Los Azucareros de Eduardo Paret, de la mano de su excelente cuerpo de lanzadores, han escalado esta semana al lugar de honor, silenciando los bates de todos sus contrarios.
Con una ofensiva de las más pobres del campeonato (solo promedian para 255), el mentor debutante ha encontrado su arma secreta en el montículo. Sus muchachos solo han permitido desde el box 52 carreras limpias en 197.2 entradas de actuación, para un promedio de 2.37 por cada nueve capítulos.
Además, han mantenido un buen comando en sus lanzamientos al otorgar solo 75 bases por bolas en 22 partidos con un WHIP de 1.19 (el más bajo entre todos los equipos).
Por otra parte, los Tigres de Ciego de Ávila se han tomado muy en serio la promesa de su timonel Roger Machado de regresar a los planos estelares luego de haber quedado fuera de la fiesta de los playoff en la temporada pasada, y se han aferrado a la cima mostrando un balance en todos los aspectos de juego.
Su promedio ofensivo anda un tanto por debajo de la media (274), pero el madero ha sabido sonar a la hora buena, impulsando 128 carreras (segundos) y sacando la mizuno más allá de las cercas en 26 oportunidades (líderes).
En el pitcheo muestran estabilidad (4.08 PCL) y 82 boletos otorgados (solo superados por Villa Clara), mientras que al campo han cometido 23 errores en 899 lances para un promedio de 974, por encima de la media de la serie, permitiendo solo 16 anotaciones rivales a causa de ellos.
Cierran el grupo de los clasificados directos hasta el momento los dos elencos más bateadores de la justa, Cazadores de Artemisa (336 AVE, 25 jonrones) y Leones de Industriales (342 AVE, 21 jonrones), amenazando con escaparse del resto de sus seguidores.
En el plano individual, este domingo el industrialista Stayler Hernández conectó tres imparables en igual cantidad de turnos oficiales al plato y retomó el liderato de los bateadores (480) en una férrea lucha con el cazador Jorge Enrique Alomá, además de ser el máximo impulsador del torneo, con 31.
El máscara tunero Yosvany Alarcón fue otro que retomó la cima de los máximos jonroneros, al llegar esta semana a ocho batazos de vuelta completa. Y el huracán Dennis Laza sigue robando más bases que nadie, al llegar a la cifra de ocho.
Desde el montículo, el leñador Alberto Pablo Civil, en rol de relevo, solo acepta una carrera limpia por juego de nueve entradas; Yasiel Morales de Cienfuegos ha ganado cuatro partidos y el león Héctor Ponce ha salvado cinco.
En la jornada dominical, el cocodrilo Yoanni Yera liquidó por la vía del ponche a ocho rivales y se mantuvo al frente de ese departamento con un total de 46.
Ahora ya estamos en cuenta regresiva. La posible eliminación de equipos que tradicionalmente han animado la segunda fase como Matanzas, Pinar del Río y los propios bicampeones nacionales de Granma, y el regreso de las principales figuras de la Isla que juegan autorizados por el INDER en ligas extranjeras, le darán un toque muy interesante a la serie.
Los aficionados no han bajado la guardia y se mantienen críticos ante las irregularidades y la falta de calidad de nuestro evento deportivo más importante, pero han acudido a los estadios a dar apoyo a sus equipos provinciales.
La paridad existente, donde apenas hay favoritos ni descuellan grandes estrellas en los conjuntos, han ayudado a que así sea. Esto comienza ahora. Nos vemos en el estadio.