Back to top
Béisbol: Grandes Ligas

Yonder Alonso: nuevo equipo, grandes retos y algunas perspectivas

El inicialista cubano apunta a un gran año con los Indios de Cleveland.

La Habana

Yonder Alonso, el inicialista cubano de los Indios de Cleveland, ha prolongado el poder que ya mostró en 2017, tal y como hacen patente sus 11 jonrones en la actual temporada.

Junto a bateadores como José Ramírez, Francisco Lindor, Edwin Encarnación y Michael Brantley, quienes se combinan para producir una monstruosidad de 142 wRC+, Alonso está haciendo valer su contrato. Aunque su promedio es algo bajo —.253—, lleva 32 carreras impulsadas y exhibe un poder aislado (ISO) de .225.

Al paso actual, Alonso está en camino de producir al menos 32 jonrones y enviar a más de 90 corredores al plato. Por supuesto, esto no solo dependerá del impacto de sus muñecas; contará también el rendimiento y la salud de los jugadores que lo rodean en el lineup de los Indios, casi siempre Encarnación, Lindor y Ramírez. 

Analicemos la diferencia en las temporadas en las que Alonso sobrepasó las 300 comparecencias al plato (PAs), y lo que logró o dejó escapar:

2012

234 PAs en el quinto turno del lineup y 191 en el sexto.

¿Quiénes lo antecedieron regularmente? Chase Headley y Adrián González. Ambos se combinaron para promedio de .360 OBP, .323 BABIP y 21 jonrones con 159 empujadas. Detrás de ellos, Alonso no pudo aprovechar mucho. Bateó apenas .239/.359/.326 con corredores en posición de anotar.

2016

137 PAs en el quinto turno del lineup y 122 en el sexto.

¿Quiénes lo antecedieron regularmente? Khris Davis y Marcus Semien. Entre ambos, se llevaron el paquete grande de empujadas. Davis envió 102 al home y Semien 75. Por tanto, no dejaron mucho para Alonso, con una tasa de 24.8% de ponches, y una primera mitad de año de apenas .661 de OPS.

2017

200 PAs en el quinto turno del lineup y 104 en el segundo.

¿Quiénes lo antecedieron regularmente? Alonso jugó con dos equipos, primero con los Atléticos desde el 8 de agosto, con los Marineros. Especialmente en Seattle, su experiencia como segundo bate fue pésima: promedió apenas .220, por .330 de slugging, hasta que fue movido al quinto turno. Ahí golpeó .982 OPS con 25 impulsadas. Delante de él, Nelson Cruz tuvo un gran año de 39 jonrones. Alonso, por su lado, fue hábil para renunciar a las pelotas malas, y su OBP fue de .375. Fue esta temporada además cuando pasó de nueve jonrones (su anterior máximo), a 28 bambinazos.

2018

¿De qué podría beneficiarse Alonso este año? En primer lugar, de su nuevo trabajo de coordinación entre manos y ojos, logrando un swing más compacto, donde la masa del bate oscile todo el tiempo a la altura lineal de su codo. Luego, de la gran versatilidad en la alineación de los Indios. Por otra parte, las estadísticas ayudan a entender esa nueva habilidad de Alonso para elevar la pelota:

Promedio de elevados y jonrones de 2010 a 2016: 32.2% - 1.8%

Promedio de elevados y jonrones desde 2017: 42.9% - 3.7%

Además, he aquí las posibilidades de encontrar corredores en base, algo que podría ayudar al cubano a redondear un gran año de jonrones y empujadas: entre 2012 y 2017, los Indios ligaron un 8.9% de bases por bolas, 639 corredores y 327 OBP, superior a las tasas de Atléticos (8.6%, 464 y .315) y Marineros (7.8%, 462 y .311)

Tal y como indican las estadísticas, entre los equipos donde más ha jugado Alonso, los Indios tienen la calificación más talentosa de velocidad y el embasamiento, así que eso será otro reto para el presente.

La clave del cubano está en mantener el alto enfoque a la hora de remolcar carreras. ¿Será esta la temporada en la que sobrepase los 30 jonrones? A estas alturas, su poder y su técnica casi lo garantiza.

Más información

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.