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Argentina

El laberinto político y los inconvenientes logísticos frenan el desembarco de médicos cubanos en Argentina

'Por ahora, no son necesarios', dicen fuentes del entorno del gobernador de Buenos Aires, aunque no cierran la puerta.

Buenos Aires
La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof.
La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof. cfkargentina

La llegada de médicos cubanos a la Argentina para colaborar con la crisis sanitaria por el coronavirus quedó atrapada en un laberinto político en los últimos días. La polémica pública que despertó el ofrecimiento del Gobierno de Cuba, sumada a los inconvenientes logísticos que ocasionaría el desembarco de los médicos, fueron solo algunos de los problemas que se le abrieron al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, para avanzar con la medida.

"Por ahora, los médicos cubanos no son necesarios", sintetizaron fuentes cercanas al gobernador, un hombre de estrecha confianza de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Y relataron, tal como él mismo lo hizo públicamente, que recibieron un ofrecimiento por carta de la Embajada de Cuba en la Argentina, que lo analizaron internamente y, luego, cursaron consultas internas para averiguar cómo se ejecutaría el desembarco de los médicos.

"Queremos dejar la puerta abierta y tener todo listo, por las dudas. Sí, puede pasar que los necesitemos si la situación empeora", dijeron las fuentes consultadas por DIARIO DE CUBA.

En medio de la pandemia mundial, la situación sanitaria en Buenos Aires es óptima: en la provincia, que concentra 16 millones de habitantes, solo 25 camas de terapia intensiva están ocupadas por contagiados con el Covid-19. El brote está lejos todavía de hacerse masivo en los principales centros urbanos.  

Al momentáneo control de los contagios se une otro factor: el gobierno de Buenos Aires lanzó una campaña para sumar médicos jubilados al sistema público. Se postularon 25.000 profesionales para cubrir 3.800 puestos disponibles. "Para ellos correrá lo mismo que para los cubanos. No necesitamos cualquier médico, tiene que ser gente capacitada para operar terapia intensiva", aclararon desde el entorno del gobernador.

Más tarde, sin embargo, el rechazo de muchos de esos profesionales jubilados a la oferta del gobierno de Buenos Aires estaría acelerando la posible incorporación al sistema de médicos extranjeros ya residentes en Argentina, aunque no tengan sus títulos homologados. Esto, en principio, no implicaría a los cubanos, pero aumenta la posibilidad de que se les convoque.

Independientemente de lo anterior, los problemas burocráticos que podría abrir la llegada de los médicos cubanos suman desaliento. Aunque el ministro de Salud de la nación, Ginés González García, ya avisó públicamente que autorizará su desembarco en caso de ser necesario, la apertura de la frontera para que ingresen 200 médicos que no cumplirían con la cuarentena en su llegada a la Argentina disparará las críticas de la oposición. A eso se añaden las complicaciones de una validación de los títulos universitarios que habilite a los profesionales de la Isla para trabajar en los hospitales argentinos.

La posible llegada de los médicos cubanos recibió el inesperado respaldo del alcalde de la Ciudad de Buenos Aires, opositor al kirchnerismo. "La nacionalidad no tiene nada que ver con la capacidad", dijo el ministro de Salud porteño, Fernán Quiroz. Sin embargo, la oferta de la Embajada de Cuba no llegó a esa sede de gobierno, que forma parte del partido del expresidente Mauricio Macri. La oferta fue directo a la gobernación de la provincia de Buenos Aires, en manos del kirchenrismo.

El gobernador Kicillof, exministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner, es un hombre que se crió en La Campora, la agrupación juvenil que lidera Máximo Kirchner, el hijo de la ahora vicepresidenta.

Kicillof encarna los deseos del kirchnerismo más puro de volver a la Casa Rosada cuando termine el mandato de Alberto Fernández, un peronista más clásico que es tildado como "conservador" por el kirchnerismo acérrimo.

Esta situación quizás explique por qué el ofrecimiento de la Embajada de Cuba llegó al gobernador Kicillof y, en cambio, no se cursó a la Casa Rosada, a cargo del presidente Alberto Fernández. Según pudo averiguar DIARIO DE CUBA, las gestiones del embajador argentino en La Habana, Javier Figueroa, fueron clave para que se ejecutara la oferta cubana. Figueroa fue nombrado por el expresidente Macri, pero es un diplomático de carrera, cercano al peronismo.

"Lo más importante es que se ganó la confianza de Cristina Kirchner", resumió una fuente de la Cancillería. Esa confianza —agregó— se construyó durante el año en que la vicepresidenta viajó permanentemente a La Habana para visitar a su hija, Florencia Kirchner, que permanecía internada en Cuba mientras era investigada por la Justicia argentina.

El último encuentro entre Figueroa y Cristina se concretó días antes de que llegara la oferta del Gobierno de Cuba para enviar médicos médicos, cuando ambos compartieron la presentación del libro de la vicepresidenta, Sinceramente, en la Feria Internacional del Libro de La Habana.

 

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4 comentarios

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Compromiso de Cristinita la bandolera con el régimen del otro bandolero en La Habana.

Profile picture for user Balsero

Evidentemente, en el asunto hay una mezcla de ideología, "cobrarse" la estadía de Florencia K y acercamiento de los dos gobiernos. Por lo menos, hacia el sector kirchnerista.

.....esta vieja es peor q el tuerto....

Que desparpajo che, que desparpajo boludos