Hija, mientras caminábamos —tú, adelante y yo detrás, sosteniéndote— te pedí hicieras algo que ahora olvido. Quizá no era importante. Me soltaste un no rotundo. Alcancé, ahogando la carcajada, a preguntarte el porqué de tu negativa. Me respondiste tan firme: "porque NO".
No es la primera vez que me dan esta respuesta. Es más, me la han dado mucho. Pero sí es la primera que respondo con besos y cosquillitas incluidas: "Esa no es una buena respuesta. No es una respuesta justa, Nina".
Yo te animo a decir que No, cuando es No. Te animo a sostener ese no hasta las últimas consecuencias. Más porque eres niña y a las niñas nos enseñan a decir mucho que sí, que sí a todo. Tanto que, cuando decimos que no, los niños entienden mal, entienden que es sí y ahí se materializan las violencias machistas que vienen de cuando un médico le dice a la familia si en la pancita de cada mamá habita una niña o un niño.
Mamá no quiso saber la forma de tus genitales. Mamá sabía que ni ella ni sus amigos más cercanos te marcarían por eso. Sin embargo, mamá no confiaba en los demás. Sigo sin confiar. Mamá ya te contó antes, en la especie de bitácora de nuestro embarazo, de la batalla amable con esos médicos que te hacen videos de adentro, de las tripas. Mamá solo quería saber si estabas bien, saludable, según los parámetros. Aunque mamá te soñó niña terrible. Un sueño vívido, como le llaman. Y Deymi D'Atri se lo apostó todo menos a sus hijas con ti?o Víctor a que eras niña. Y Mónica Meluzá te vio toda y guardó el secreto porque ella no era solo una ginecobstetra, sino una hermana de mamá.
Y yo, que te animo a decir que No, cuando es No, también pretendo que pienses en explicaciones mejores cuando sea necesario el "argumente su respuesta", principalmente para ti, para que tengas todo claro, para que estés segura, para que No sea No sin culpas.
Mamá tiene problemas para decir que No. Por eso, muchas veces no duerme. No le da la vida para todo en lo que se comprometió. Por eso, te insisto en este acompañamiento que te hago. Recibo críticas del tipo "hay que enseñarla a decir que sí". Respondo: "ya aprenderá". Con los niños, la verdad, es que nunca tuve remordimientos: Nooooo. Sí he recibido bastante resistencia hasta que te escribo.
Tengo algunas preocupaciones con los roles que ya asumes. Como vivimos solas, me ves lavar, cocinar, limpiarlo todo, arrullarte... y eso reproduces, a veces, en tu juego. Le temo a que lo naturalices, a que alguien quiera naturalizarlo alguna vez en tu vida con frases como "es el instinto maternal" y esas estupideces machistas para proteger sus estatus irresponsables. Si osaran decirte algo similar me llamas, que mamá te defenderá con uñas y dientes, como ya les he demostrado. Instinto ni instinto. Por suerte, me ves escribir, reunirme, divertirme y enojarme o entristecerme mientras trabajo o paseamos.
En fin, hija, ha sido un día largo, despertaste poco antes de las 4:00 AM. Ha sido también duro con los ecos de las violencias de los días anteriores.
Hoy indagué por la suerte de las niñas abusadas por dos policías habaneros. No hay novedades sobre "su caso". Nadie les dio el número de denuncia. Sin eso nada procede. Sus violadores le ganan días a la libertad. Pero haremos que paguen y que sea aleccionador por siglos.
Mónica está mejor. Y ya circula ya una petición pública para derogar el Decreto Ley 370 con el que la multan. La comparto tras leerla en mis redes con una nota que dice (uso la X para resolver aquello de que lo que no se nombra no existe):
"Una #LeyMordaza contra periodistas y artistas es una Ley contra la ciudadanía. Es una Ley espuria. Lxs unxs no somxs sin lxs otrxs y al revés. Así todxs, inseparables. En estos tiempos el periodismo es también ciudadano y está en riesgo. En riesgo, nuestras fuentes."
"Firma si nos has leído alguna vez. Si alguna vez te fuimos útiles para informarte sobre lo que pasa en Cuba, para el análisis de la cotidianidad."
"Con tu firma puede derogarse la #LeyAzote que va contra la libertad no solo nuestra sino la de todxs, hasta la de lxs que no están de acuerdo con este post."
Y espero, hija, espero.
