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Salud

Las autoridades recurren a 'detectives' para frenar el mercado negro de los medicamentos

En Las Tunas más del 10% de los fármacos está en falta. Funcionarios insisten en la medicina natural como alternativa.

Las Tunas

Las autoridades de Salud Pública en Las Tunas han tenido que recurrir a los servicios que ofrece la agencia de seguridad estatal SEPSA para poner freno al contrabando de medicamentos, una situación que no es única de la provincia ante la escasez generalizada de los fármacos a lo largo y ancho de la Isla.

Según recoge la publicación oficial Periódico26 en un artículo que titula "Venta ilegal de medicamentos: mercaderes del dolor", la empresa estatal ENCOMED, Unidad Empresarial de Base Mayorista de Medicamentos en Las Tunas, contrató los servicios de un detective de SEPSA para "prevenir, investigar y controlar" los medicamentos que no llegan o no alcanzan en las farmacias, pero se venden en el mercado negro.

Idania Galano Milet, directora de ENCOMED, dijo que "actualmente se evalúan cuáles son los productos más recetados y quiénes son los médicos que más prescriben".

Según el medio estatal, en los dispensarios también es evidente el acaparamiento de medicamentos.

"Hemos presentado dificultades con esto y se han sancionado a trabajadores y administradores. Es engorroso saber que tenemos medicamentos en falta y que cuando llegan no se les vende al pueblo", admitió Corrales Manzano, jefe del Departamento de Medicamentos y Tecnologías.

En Las Tunas más del 10% de los 801 medicamentos básicos que se recetan están en falta, una situación que comenzó el año pasado y que las autoridades entrevistadas atribuyen al embargo.

También reconocen como otra causa "la falta de dinero para asumir los convenios con suministradores extranjeros".

De acuerdo con Periódico26, que entrevista a varias personas perjudicadas por la situación de escasez, la dipirona o el kogrip se venden a cinco pesos cubanos cada blíster en el mercado negro, los antibióticos y cremas solo se consiguen en CUC y el enalapril (usado para control de la presión arterial), se paga entre 30 y 50 pesos, hasta diez veces más de su precio original.

Funcionarios entrevistados insisten en culpar al embargo de la situación y aducen que tienen nuevos proveedores que radican en puntos muy alejados de la Isla, por lo cual el traslado se encarece. Dicen que con el mismo dinero empleado con proveedores anteriores se compran hasta tres veces menos medicinas.

Entre los medicamentos en falta en Las Tunas figuran los de uso más popular y los recetados para tratamientos de enfermedades crónicas. Escasean, sobre todo, antihipertensivos como la clortalidona y la hidroclorotiazida.

La ausencia de enalapril en las farmacias tuneras afecta a unos 28.000 pacientes. "Su falta representa una situación muy crítica", admite Alexis Lezcano Socarrás, director de la Empresa de Farmacia y Óptica de Las Tunas.

En situación similar han estado el salbutamol, usado para controlar el asma, y la dipirona, con problemas de producción en Cuba. "Las cantidades que se importan no son suficientes para la amplia demanda que tiene", recalca.

Lezcano Socarrás sugiere acudir a la medicina natural. "Ante el déficit de nitrazepan y clordiazepóxido existen parecidos de origen natural muy buenos como la pasiflora y el tilo", dice.

La carencia de medicamentos en la Isla no es nueva, pero la situación ha venido agudizándose desde principios de año y ha levantado quejas y denuncias entre la población.

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