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Sociedad

Reparto Villa Elena, Guanabacoa: 'Aquí el agua es un bien de lujo'

Residentes se quejan de que el Acueducto alega roturas y las pipas 'nunca llegan', excepto si hay dinero por medio. 'Se burlan de nosotros. He llegado a pensar que lo hacen para crear descontento', dice una vecina.

La Habana

En el Reparto Villa Elena, de Guanabacoa, el agua es un bien de lujo. Algunos vecinos cargan cubos de la cisterna de la derruida panadería y con ellos limpian sus hogares, se bañan y hasta lavan la ropa.

"Menos mal que en esa cisterna se acumula el agua cuando la ponen, y los trabajadores de la panadería cooperan con nosotros", comenta una vecina, joven madre de dos niños pequeños. "Se supone que pongan el agua cada dos días, pero se pueden saltar tres frecuencias y no ponerla. Eso son seis días sin agua", asegura.

"Cuando la ponen, no tiene fuerza, le llega a los vecinos que tienen cisterna, pero los que tenemos tanques, no la vemos. Cuando se pasan varios días sin ponerla, que es lo más habitual, hasta los que tienen cisterna se quedan en eso", añade.

'Cuando llegan las elecciones el agua se bota de los tanques'

Una adolescente con uniforme de secundaria aparece en la puerta con un pomo, pidiendo un poco de agua potable. "De madre", se queja, "llegué de la prueba con tremenda sed y no hay ni gota en el refrigerador". Por la mañana, "tuve que sacarle los guajacones al agua de la panadería para poder lavarme los dientes y salir para la escuela".

Una vecina de la calle Mango, alterada, declara: "No me preguntes por el problema del agua, que esto ya es un descaro. Cuando no es el gato, es el perro".

"El delegado es un descarado, que no hace nada. Y cuando llegan las elecciones el agua se bota de los tanques. A mí que me metan presa, pero el otro día pedí prestado un motor y me robé un poco de agua para llenar mis tanques, porque ya no podía más. Mucho bla bla bla, pero el pueblo es el que pasa miseria y necesidad", dice.

La madre de la adolescente confirma la situación con el delegado. "Ese hombre ni habla con los vecinos. El que teníamos antes, Guillermo, si daba la cara por nosotros. Aunque no le hicieran caso, él luchaba. Pero eso caía mal y le hicieron campañita para quitarlo".

"Y así estamos; cuando llamas al Acueducto te dicen que hay roturas y que pidas una pipa. En las pipas te dicen que te la van a mandar, que ya está en camino, vaya, y nunca llega. Se burlan de nosotros. Yo he llegado a pensar que lo hacen a propósito, para crear descontento", opina.

La lomita de Calle B

En Calle B entre Central y Santa María, la situación es incluso peor. La mitad de la cuadra no recibe agua hace dos años. "Yo busco el agua potable en el Reparto Nalón. Desde allá cargo los pomos todos los días y comparto con los vecinos que están peor que yo, porque a mí de vez en cuando me entra, aunque no llegue a los tanques porque no tiene fuerza. Pero de mi casa para arriba, en esa lomita, nunca entra", asegura una jovencita.

"En Acueducto nos han puesto en un plan de pipas 'eventuales', que nunca llegan. Dicen ellos que 'hasta que se resuelva el problema', pero no sabemos cuál es el problema, cuando preguntamos no nos quieren decir", relata.

En esta cuadra, la presidenta del CDR y Rosa, una vecina, han hecho gestiones con todas las instancias, sin resultado. "Ahora le echan la culpa a un salidero que hay por la Calle A y a las reparaciones en El Gato, pero eso es de hace un mes, y el problema de nosotros lleva años", se queja Rosa.

'Si pagas 10 o 12 CUC, enseguida aparecen'

La respuesta del Poder Popular y del Partido Municipal es siempre que "llamen a Acueducto".

"Pero en Acueducto te dan vaselina y no hacen nada, o dejan el teléfono descolgado", dice Rosa. "En las pipas, nunca tienen, pero si pagas 10 o 12 CUC, enseguida aparecen".

Los vecinos han echado mano de todo lo que pueden: motores, mangueras que atraviesan la cuadra y hasta improvisadas canales para aprovechar el agua de lluvia. Han llamado al periódico Granma y a Radio Rebelde. Esta emisora reportó sobre problema, pero no hubo resultado.

"Yo te voy a explicar lo que pasa", dice Rosa. "No ponen el agua a toda su capacidad y por eso no sube esta lomita. Cuando hay sequía se puede entender, pero ahora mismo no hay sequía".

"Nosotros lo comprobamos unos días antes del Día de las Madres, cuando murió la mamá de la presidenta del CDR. Fue de meningo bacteriana y eso es contagioso, así que había que desinfectar bien la casa, donde viven hasta niños chiquitos. Desde la funeraria misma llamamos a Acueducto y les dijimos que si no querían que se convirtiera en un problema epidemiológico y hasta político, pusieran el agua. Primero mandaron pipas, ese mismo día. Después pusieron el agua, con una presión que hasta se botaron los tanques y las cisternas de la gente que tiene. ¿Entonces?", cuestiona.

"Demostrado que sí se puede, que lo de las roturas es una justificación. La conclusión lógica es que no nos ponen el agua porque no les da la gana, porque les gusta vernos pasar trabajo", concluye.

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