El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), una de las organizaciones más importantes del país, dijo este sábado que "fuerzas parapoliciales en complicidad con la Policía Nacional" incendiaron una casa en el centro de Managua, lo que provocó que muriesen al menos siete personas, entre ellas tres niños, reporta EFE.
La asociación denunció en un comunicado que los responsables de la "matanza" impidieron además a la familia Velásquez Pavón, "conocidos comerciantes del barrio Carlos Marx", salir del inmueble y "obstaculizaron" la ayuda de sus vecinos.
"La gravedad de estos hechos ha conmocionado a la población nicaragüense, que ve en los aparatos represivos del Gobierno la criminal amenaza para su vida y su seguridad". Este crimen "revela un escalamiento de la brutal represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, con saldo trágico de más de 178 personas asesinadas hasta el momento", agregó la organización.
Los niños fallecidos este sábado se suman "a otros 12 asesinados durante la represión gubernamental y de fuerzas parapoliciales en los últimos 60 días".
"Solicitamos a la comunidad internacional, a los órganos internacionales de derechos humanos y en especial a la Relatoría de los Derechos de la Niñez de Naciones Unidas y del Sistema Interamericano requieran al Estado de Nicaragua para que adopte medidas encaminadas al cese de esa brutal represión", imploró el CENIDH en el mismo texto.
El incendio ocurrió este sábado por la mañana en un establecimiento de tres pisos, que funcionaba como vivienda y fábrica de colchonetas de espuma de goma, material altamente inflamable, localizado en el barrio Carlos Marx, en Managua.
Según testimonios de vecinos, recopilados por los bomberos, "delincuentes encapuchados" lanzaron al interior de la vivienda bombas molotov provocando el incendio que se propagó de manera rápida.
Los familiares de las víctimas explicaron a los medios locales que fue una represalia porque la familia se negó a prestar la parte alta del edificio para ubicar francotiradores. Luego los amenazaron con disparar si salían de la casa mientras ardía en llamas.
Los hechos han centrado la mesa del diálogo nacional, que se retomó el viernes, entre el Gobierno y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, representada por empresarios, miembros de la sociedad civil, campesinos y universitarios.
Nicaragua está sumida en una crisis sociopolítica que según la Asociación Nicaragüense Pro-Derechos Humanos (ANNPDH) ha dejado unos 200 muertos, sin incluir los de este sábado, la más sangrienta desde la década de 1980, cuando Ortega también era presidente.
Las protestas contra Ortega, en el poder desde 2007, y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril, cuando el Gobierno reprimió con extrema dureza unas manifestaciones contra una reforma a la seguridad social, que finalmente fue derogada.