El Gobierno de Italia ha comenzado los preparativos de un plan de cinco puntos para reabrir el país, de manera gradual y controlada, cuando comience a disminuir la epidemia de coronavirus, que empieza a registrar cierta estabilización en las cifras de afectados, reportó el diario español El Confidencial.
Empresas como Gae Engineering, expertas en gestionar la seguridad de eventos, están empezando a llevar a cabo pruebas para simular cómo sería la vuelta a la normalidad en las salas de cine, en los supermercados y en las estaciones, entre otros servicios públicos.
"Nuestro estudio está pensando justo en esto: qué medidas y garantías adoptar, durante cuánto tiempo, con qué costes y cómo", explicó el fundador y presidente de Gae Enfineering, Giuseppe Amaro.
Esta empresa, que gestiona la seguridad de eventos como el Carnaval de Venecia o el Giro de Italia, ha replanteado en un cine del centro de Turín, al norte de Italia, cómo gestionar la entrada, el acomodamiento de espectadores y la salida de la sala.
Para evitar aglomeraciones proponen consentir solo a una persona por metro cuadrado; se regularán y pautarán las entradas en cada horario y a cada espectador se le controlará la temperatura con un termómetro a distancia o con cámaras de temperatura. Con más de 37,5º no serán admitidos y tendrán que abandonar el cine por un recorrido diferente del resto de los asistentes.
Fuera del cine se crearán pasillos para acceder con una separación de al menos 1.5 metros entre espectador, y se podrá entrar solo de dos en dos y manteniendo la distancia de seguridad.
Después de los controles, los asistentes serán acompañados a la sala, donde las butacas estarán separadas entre ellas por al menos un metro. Y cuando termine la película, todos abandonarán la sala organizados según su fila de butacas.
Todo esto implicará una preparación más precisa, para lo que se necesitará adquirir la entrada para ver una película a través de una aplicación que generará un código de barras que será escaneado en la entrada.
La aplicación también servirá para controlar digitalmente que se respete la distancia de seguridad dentro de la sala y a la hora de ir al baño —para esto último habrá que reservar turno.
"Hemos pensado también en ofrecer la posibilidad de reservar puestos virtuales en las butacas que no puedan elegirse concretamente en la sala, debido a la necesidad de mantener las distancias mínimas de seguridad, y que se pueda llevar el cine a casa. Así, simultáneamente, se podrá ver la película desde el salón", explicó Amaro, que añade que para esto será indispensable llegar a acuerdos con las productoras cinematográficas.
La empresa ha simulado también los tiempos de entrada y salida de los cines para saber si serán diferentes en la época poscoronavirus, y según sus estimaciones, se mantendrán parecidos a los de antes.
Lo que sí cambiaría son los tiempos de espera entre una sesión y la siguiente, ya que se tendrá que llevar a cabo una desinfección de las salas. Según el responsable de Gae, los costes de este sistema de seguridad no serán grandes, pues no se trata de modificaciones en la estructura, sino solo en la gestión del servicio.
Pues me parece que saldrá más caro el caldo, que las albóndigas. Con tantos requisitos, con la competencia de las tv caseras planas e inmensas, los home-theaters con su impresionante sonido, los servicios de streaming mucho más baratos que una entrada al cine, y no teniendo que comprar refrescos, rositas de maíz ni otras golosinas a precio de oro sino a precios de Walmart, me parece que nadie querrá ir al cine a sufrir y pedir permiso para ir al baño. Creo que el negocio del cine de barrio, al menos por el momento, falleció de coronavirus.