El envío de un rosario al expresidente brasileño Luis Inacio Lula da Silva, atribuido al papa Francisco, ha generado polémica en las últimas horas.
El portal Vatican News, dependiente de la Secretaría de Comunicación del Vaticano, publicó un texto en portugués en el que ponía en duda la autenticidad del rosario, con cuentas de color negro, una cruz plateada y el escudo del Vaticano en relieve, recibido por Lula en la prisión en la que cumple condena por corrupción desde abril pasado.
El Vatican News dijo en una nota que el rosario fue "bendecido" y no necesariamente "enviado" por el papa. En su cuenta en Twitter, la publicación fue más precisa. Afirmó que "el rosario no es un presente del papa Francisco a Lula. Como muchos otros, es un rosario bendecido y distribuido en innumerables ocasiones".
Sin embargo, tanto la nota en la página de la publicación como el mensaje en Twitter fueron borrados más tarde sin explicaciones.
El activista social argentino Juan Grabois, presentado por algunos medios como asesor del papa Francisco para asuntos de Justicia y Paz, fue quien llevó el rosario a Lula.
La Justicia brasileña no le permitió ver al expresidente en la sede de la Policía Federal en Curitiba, donde se encuentra, pero el rosario llegó a manos de su destinatario.
En el tuit borrado, Vatican News decía que la visita de Grabois a Lula "era personal y no a nombre del papa".
Grabois defendió en una carta dirigida a Lula y divulgada este miércoles la autenticidad del rosario. Afirmó que aprovechó una visita al Vaticano, efectuada en mayo, "para conversar con el papa sobre la situación y pedirle un rosario bendecido para" el expresidente, reportó EFE.
"Así fue. Es increíble que un gesto tan simple de solidaridad y cercanía del papa, un objeto que sirve para rezar, genere tantos problemas", se quejó.
"Me enteré que te atacaban nuevamente en los medios masivos y redes sociales. Afirmaban que mentiste sobre el rosario enviado por el papa Francisco. ¡Resulta que vos, preso e incomunicado, también mentís! Con asombro vi que tus inquisidores indicaban que la fuente de su calumnia era el propio Vaticano", relató dirigiéndose a Lula.
"Mientras leía, no podía salir de mi asombro. Evidentemente, un redactor de ese sitio, sabe Dios con qué intención o a pedido de quién, quiso causar un revuelo y lo logró. Cuando pude quejarme con los superiores, la nota fue eliminada del sitio y reemplazada por una adecuada, pero el daño ya estaba hecho".
Grabois, que colabora con el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, que preside el cardenal Peter Turkson, lamentó que los medios de comunicación difundieran "hasta el paroxismo la supuesta desmentida vaticana".
"Vatican News es responsable de haber permitido que se publique esa nota tan inapropiada y falta de profesionalismo. Su responsable me ha pedido perdón y lo perdono porque todos podemos equivocarnos. Pero también sé que se hizo un daño grave", dijo.
Grabois precisó que fue invitado por los movimientos sociales de Brasil a visitar en prisión a Lula, quien gobernó el país sudamericano entre 2003 y 2010.
Opinó que el exmandatario es "objeto de una persecución política, igual que Nelson Mandela y tantos otros dirigentes políticos en la historia reciente".