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Diario de la Bienal

DÍA 2: El circuito del arte cubano en gabinetes

Muestras de artistas reconocidos y emergentes. Los ambientes son: recarga de personas de la crema y nata del arte, y farándula ronera.

La Habana

11 de abril:

Hoy, dentro de lo posible, pude asistir a dos exposiciones. La primera en El Apartamento, titulada El circuito del arte cubano, y la segunda, en el Estudio Figueroa-Vives y La Embajada de Noruega, con el nombre de Obsesiones y acumulaciones: el gabinete del artista, con los proyectos especiales El muro de los lamentos, de Fernando Rodríguez, y El rostro de la nación, de Alexandre Arrechea.

Ambas muestras colectivas, al modo de gabinete "…pequeño y abigarrado, lleno de obras sin aparente concierto", o al de "Kabinett de las Ferias, seleccionando fragmentos de historias o investigaciones en proceso, ahora expuestos a la novedad del mercado", como bien se define en el programa de Obsesiones… 

En el caso del show de El Apartamento, el gabinete se encuentra en la planta superior. Y es hermoso. Abajo solo hay una muestra de algunos de la nómina con otros invitados y una recarga de personas de la crema y nata del arte. Entonces subo las escaleras, algo que no he hecho nunca antes, y me encuentro con series de Leandro Feal, con algunas obras variopintas (como él mismo les llama) de Reynier Leyva Novo, con varios cuadros de Lester Álvarez y, en especial, con su serie La maleza, bellísima, portadas de libros grabadas en madera, como pertenecientes a este sello editorial, La maleza, muchos títulos conocidos por mí, de autores inéditos y de poetas ya reconocidos, una especie de editorial independiente que convoca a una poética original y personal, mi sueño. Asimismo, algunas obras de Jorge y Larry, de Yornel Martínez y José Manuel Mesías; en fin, arriba se respira diferente.

Ya en la Embajada de Noruega, la élite artística ambiental se transforma en la farándula ronera del arte. Dado a que en este lugar te reciben con un abundante coctel de bienvenida, es más propenso que el público venga más por los tragos que por la exhibición en sí. Pero de esta fatalidad no están carentes otras galerías, solo que ya la Embajada tiene su gran fama. No obstante, la exposición es igualmente de lujo. De lujo, porque de igual forma, en este sí gabinete, te encuentras cualquier maravilla. Fue, en mi caso, reencontrarme con la serie Re-construcción. Parte ll. Mega Proyectos, de Alejandro González, donde muestra fotos del edificio del reactor de la Ciudad Nuclear y de la propia ciudad donde nací. Fue un giro a la nostalgia. Los cuadros de Campins de la serie Letargo también me hicieron recordar.

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