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CINE

Giroud: 'El acompañante' es un filme 'incómodo porque los portadores del VIH en Cuba eran prisioneros'

Al joven realizador le sorprende que el ICAIC eligiera la película como candidata cubana a los Goya y los Oscar.

Madrid

Para Pavel Giroud, director de El acompañante es una "gran sorpresa" que las autoridades cubanas hayan elegido el filme para representar al país a la candidatura de premios como los Goya o los Oscar, ya que considera su película como "bastante desafiante e independiente".

"Nunca imaginé que el ICAIC la eligiera teniendo películas oficiales de producción propia", dijo el joven cineasta en una entrevista con el sitio Notimérica, de la agencia Europa Press.

Para Giroud el tema del filme "es una historia que ya se creía enterrada" y él se atrevió a "desenterrar el 'cadáver' y hacerle la autopsia. Es un tema incómodo porque los portadores del VIH en Cuba eran prisioneros".

Aunque siente que el Gobierno dijera que la única manera de parar el problema en Cuba "era con mano dura y a la tremenda", el realizador considera que "desde el punto de vista clínico fue muy efectivo porque hoy en día el país ostenta uno de los mejores índices de erradicación del virus en todo el mundo".

Giroud recuerda que "hay varias películas cubanas que apuntan a los años 80" y cita el estreno, el pasado mes, en el Festival de Cine de San Sebastián, de la película de Carlos Lechuga Santa y Andrés, que apunta a los rezagos de la época más dura de los escritores cubanos. "Esto se debe a que sufrieron una gran presión en los años 60 que tuvo sus consecuencias veinte años más tarde", precisa.

Igualmente se refiere a La Hora del Siglo que apunta a la Isla en ese década. "La idea es que justo esos años parecían ser la época de oro del cine cubano, parecía que todo estaba bien y resulta que no, que cuando cayó el campo socialista en Europa del este se demostró que había que adoptar medidas extremas para que aquello no se desmantelara", añade.

Volviendo a El acompañante explica que podría decirse que la película se basa en una historia real, "porque todos los personajes han sido creados a partir de historias que les han ocurrido a otras personas. Están creados a golpe de inspiración pero muchos personajes secundarios de la película tienen inspiración directa en otros personajes".

"Ocurre una cosa tremenda porque, en un principio, era un hospital militar. Allí, se comenzaron diferentes estudios y pruebas con médicos especializados en VIH. Cuando se empezaron a ver casos de la enfermedad en la sociedad civil, este era el único lugar donde podían ser tratados", cuenta.

"Para los militares —continúa—, estar en un sanatorio militar no suponía ninguna rareza. Sin embargo, para una persona normal suponía una doble condena: saber que eras portador de una enfermedad mortal y que te iban a encerrar en un sitio así. Este hospital es un símbolo de lo que era Cuba, una micro-sociedad: en lugar de estar rodeada de mar, era tierra lo que había a su alrededor".

En referencia a Boris, un personaje antagonista, dice que está inspirado en muchas personas a la vez.

"Para ponerlo en contexto, conocí la historia de muchos pacientes que fueron violados en estos centros, algo que me llamó especialmente la atención porque los trabajadores de estos emplazamientos sabían cuáles eran las vías de contagio y les daba igual solo por tener un momento de placer. Por eso contaminé su personaje con casos aislados que fui conociendo a lo largo de un año, ocurriendo lo mismo con la superiora", argumenta.

Para el joven cineasta, "el factor novedoso de El acompañante dentro del subgénero del SIDA es que, mientras en el mundo entero se culpaba a la comunidad homosexual masculina de la propagación del VIH, en Cuba se vio de una manera diferente, porque sus portadores eran 'machos' (que) habían hecho el servicio militar en África".

Hace hincapié "en lo que supone para un país tan machista como este que la propagación del virus sea de sus héroes de guerra, mientras que en el resto del mundo era 'cosa de maricones', como dicen los protagonistas de la cinta. Por eso había muchas cosas nuevas que contar y, a la vez, servían de pretexto para lograr una conexión universal porque el VIH fue y es un conflicto universal".

Por último, Pavel Giroud considera que la apertura de fronteras del Gobierno hacia Estados Unidos "es un espejismo” ya que "no hay resultados sino pinceladas" y pone como ejemplo que "cuando Obama se fue de Cuba tras su visita oficial, se realizaron algunas producciones norteamericanas en el país como Fast & Furious o Transformers, pero nada más".

"Solo sirvió de plató barato y cercano para hacer sus películas. La reacción del Gobierno cubano ante esta apertura es nula, ya que las autoridades siguen convencidas de que las relaciones con el otro país son meramente económicas, siempre y cuando ambos se vean beneficiados".

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