El presidente panameño, Juan Carlos Varela, pidió el lunes a Washington y La Habana "fortalecer" el deshielo que ambos gobiernos escenificaron en Panamá en abril de 2015 y que se ha visto afectado recientemente tras los ataques sufridos por diplomáticos estadounidenses en la Isla, reportó EFE.
"Esperemos que en la Cumbre de las Américas de Lima (que se celebrará en marzo de 2018) se retome lo que se inició en Panamá, yo soy un fiel creyente de que tenemos que buscar un continente unido, que América tiene que estar unida", dijo el mandatario.
La relación entre ambos gobiernos se ha tensado desde la llegada al poder de Donald Trump y, en especial, desde que la Casa Blanca denunció que al menos una veintena de sus diplomáticos sufrieron durante varios meses entre 2016 y agosto pasado ataques de naturaleza desconocida que les provocaron diversos problemas de salud, entre ellos lesiones cerebrales leves y sordera.
En respuesta a dichos ataques, el Departamento de Estado ordenó el pasado viernes la retirada del 60% del personal de su embajada en La Habana, paralizó indefinidamente la tramitación de visados desde Cuba y emitió una recomendación para que los estadounidenses no viajen a la Isla por motivos de seguridad.
El Gobierno cubano ha negado cualquier responsabilidad sobre los incidentes y aunque hay en marcha una investigación conjunta que incluso llevó a agentes del FBI a La Habana, según funcionarios, por el momento no se han encontrado respuestas.
"Soy un fiel creyente en ese diálogo. Así se lo he compartido al presidente (Donald) Trump. Seguiré luchando para que ese diálogo se fortalezca entre (los gobiernos de) Cuba y EEUU", indicó Varela en declaraciones a los medios tras inaugurar un evento de la Organización Marítima Internacional (OIM).
La VII Cumbre de las Américas, celebrada en Panamá en abril de 2015, es recordada como la "cumbre de la reconciliación", ya que por primera vez reunió en un mismo evento a los 35 países del continente y albergó el primer encuentro entre el expresidente estadounidense Barack Obama y el general Raúl Castro.