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Venezuela

Ni enfoque común ni hoja de ruta consensuada para Venezuela tras la Conferencia de Lima

El anuncio de nuevas sanciones de Estados Unidos fue 'un misil sobre la reunión', opina un experto.

Madrid

La Conferencia de Lima, una reunión que inicialmente esperaba congregar a un centenar de países entre aliados y adversarios del régimen de Nicolás Maduro, se realizó en la capital peruana con una merma en su asistencia, diferentes enfoques en cómo devolver la democracia a Venezuela y sin una hoja de ruta consensuada entre América Latina y Estados Unidos.

La Cancillería de Perú, que promovió la reunión, insistió en que fue un éxito la conferencia de un día. Asistieron en total 60 países, los aliados del régimen de Maduro (Cuba, Rusia, China y Turquía) no enviaron delegaciones y dos países latinoamericano, México y Uruguay, a última hora desistieron, tras conocer las amplias sanciones que aprobó la administración Trump la noche del 5 de agosto, en vísperas del conclave celebrado este martes.

La no asistencia de México y Uruguay, que estaba prevista y confirmada, desnuda las dificultades de que se construya un consenso latinoamericano sobre cómo contribuir con el retorno democrático a Venezuela. A esto se suman las notables diferencias entre la postura de Washington y el Grupo de Lima, una iniciativa regional de la que forman parte Perú, Argentina, Colombia, Brasil y Canadá, entre otros países.

Ramiro Escobar, periodista especializado en política internacional, sintetiza para DIARIO DE CUBA desde Lima la postura que prevaleció entre las delegaciones sudamericanas: Impulsar desde el Grupo de Lima a una salida pacífica y democrática; mantener una condena al régimen de Nicolás Maduro; respaldo al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, e insistir en la presión diplomática.

La decisión de Estados Unidos de embargar los activos del Gobierno de Venezuela en territorio estadounidense, y de igualmente sancionar a las empresas que mantengan relaciones comerciales o financieras con Caracas, marcó la agenda periodista en torno a la reunión.

"Trump hizo una jugada diplomática para dejar en evidencia que es el gran jugador en relación con la crisis venezolana y sus eventuales salidas hacia un gobierno democrático", comenta a DIARIO DE CUBA un veterano diplomático sudamericano radicado en Caracas.

La Conferencia de Lima, en tanto, desnudó las diferencias que existen entre Estados Unidos y el Grupo de Lima. Escobar indica que no hubo consenso en darle un espaldarazo a la decisión de Trump de ampliar las sanciones contra el régimen de Nicolás Maduro.

Tampoco hubo un espaldarazo claro al proceso de negociación entre delegados de Guaidó y de Maduro que se viene desarrollando en Barbados, con la mediación de Noruega.

"En torno al diálogo, el canciller peruano dijo que lo veía con expectativa pero con escepticismo. No dirán abiertamente que lo ven mal, pero sin duda no hay entusiasmo, no parece ser la opción", comenta Escobar desde Lima.

Por su parte, el abogado venezolano especializado en derecho internacional Mariano de Alba, desde Washington, asevera a DIARIO DE CUBA que la reunión no fue lo que se esperaba inicialmente. Hubo un 40 por ciento menos de países presentes y no estuvieron los aliados de Maduro.

"Ha terminado siendo una reunión de aquellos países que reconocen la legitimidad de Guaidó en tanto es presidente de la Asamblea Nacional, el único poder legítimo que reconocen más de 50 países", recalca de Alba.

Al hacer un balance de la cita, Escobar indica que no se logró el objetivo peruano de reforzar la posición del Grupo de Lima, ya que el anuncio de sanciones de Estados Unidos terminó siendo un misil sobre la reunión: "En cierto modo colocó en posición incómoda al grupo de países: mientras se estaba hablando de salidas pacíficas y democráticas, John Bolton aseveró que el tiempo del dialogo había terminado".

El consejero de seguridad de Estados Unidos tuvo un papel protagónico en la conferencia.

"Varios países de América Latina permiten que Estados Unidos marque la agenda en el tema de Venezuela. En Lima, Bolton actuó casi como si fuese el jefe de la oposición contra Maduro", apunta Escobar a DIARIO DE CUBA.

A su juicio, Estados Unidos está funcionando como una suerte de remolino que envuelve la discusión sobre Venezuela y las vías para que este país retorne a la democracia.

La voz europea en la cita de Lima, por ejemplo, quedó bastante eclipsada. La presencia de Federica Mogherini, alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, quedó en un segundo plano.

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