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Política

'Los derechos sociales en la Cuba de Raúl Castro', un libro sobre el 'discurso triunfalista' del régimen

El texto, presentado en Madrid en colaboración con el OCDH, repasa las carencias en materia de trabajo, vivienda, agua, educación y salud.

Madrid

Los derechos sociales han sido tradicionalmente la principal baza jugada por el Gobierno de Cuba para justificar el control en otros ámbitos como el político, una tesis que un grupo de académicos intenta ahora rebatir en un libro en el que cargan contra un "triunfalismo" que, en su opinión, no es real.

Los derechos sociales en la Cuba de Raúl Castro, publicado en colaboración con el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) y el grupo mexicano Gobierno y Análisis Político AC, repasa las carencias en materia de trabajo, vivienda, agua, educación y salud para concluir que "hay un discurso triunfalista que no es real", reporta Europa Press.

Así lo defiende la editora de la obra, la profesora Marlene Azor, doctora en Ciencias Sociales y Humanidades por la Universidad Autónoma Metropolitana de Cuajimalpa (México), para quien el "resultado histórico" de las políticas castristas no se corresponde con la "intencionalidad política" que se ha vendido durante décadas.

En este sentido, considera una "mentira" la tesis de que "no hay nadie desamparado en Cuba", como han intentado defender los dirigentes leales al castrismo incluso en Naciones Unidas.

La "precariedad" laboral, la generalización de una clase de "trabajadores pobres", la "expulsión de cerebros" en sectores clave como la educación o la sanidad, o la persistente falta de libertades son, para Azor, ejemplos de esta disparidad entre discurso y realidad.

El profesor Armando Chaguaceda, que trabaja actualmente para la Universidad de Guanajuato (México), lamenta, por su parte, que durante años "un sector del academicismo global haya tolerado cosas en Cuba que no toleraría en sus propios países" y destaca que el mensaje crítico ha comenzado a calar no solo entre la oposición política, sino entre una "zona gris" que no ha rechazado frontalmente el régimen comunista.

Chaguaceda cree que ya es momento también de que la izquierda política internacional se sume a esta ola, porque hasta ahora "no se le ha llamado a las cosas por su nombre".

El vicepresidente de la Internacional Demócrata Cristiana, Andrés Hernández, afirmó durante la presentación del libro en Madrid que esta recopilación de artículos "le quita la máscara al régimen cubano".

Cuestiona la tesis oficialista de que "Cuba es un ejemplo para el mundo" y ha advertido de que la represión persiste.

Esta persecución de la oposición se lleva a cabo con "mecanismos de represión nuevos, más adaptados a las nuevas realidades", añade. Para Hernández, aunque ya no se adoptan largas condenas de prisión, se han generalizado castigos "más reducidos", pero igualmente "arbitrarios".

Salida de Raúl Castro

La inminente salida de Raúl Castro del Gobierno —aún seguirá al frente del Partido Comunista— abre una nueva etapa en una Cuba que desde hace casi seis décadas solo ha conocido el apellido Castro en el poder.

De cara a esta nueva etapa, Marlene Azor prevé "una liberalización un poco más amplia" en el sector económico, principalmente a los pequeños propietarios y las cooperativas, pero subraya que se trata más de una "evolución" que de una "transición".

Castro no ha revelado quién le sucederá, si bien en estos últimos años el nombre que más ha sonado es el de Miguel Díaz-Canel, actual vicepresidente.

"Todo apunta" a este relevo, admite Chaguaceda, quien no obstante ha considerado "muy peligroso" hacer "futurología" con un régimen como el castrista. Díaz-Canel ha llegado a las altas esferas avalado por "una buena gestión local", según Chaguaceda.

Su cercanía a la población y a sectores tradicionalmente discriminados como el LGBTI le habrían permitido marcar distancias con la elite más conservadora, si bien Chaguaceda cree que, si llega finalmente a presidente, será "una persona diciendo el discurso que puede decir", el que le permita el partido.

Inversión extranjera

La inversión extranjera se ha consolidado en Cuba pese al hermetismo económico, principalmente en ámbitos como el turismo, llamado a ser uno de los principales motores de desarrollo de la Isla.

Marlene Azor insta a las firmas que deseen invertir en Cuba a hacerlo con "prevención". En este sentido, afirma que "no hay seguridad jurídica ni financiera" que garantice el dinero invertido y, de hecho, en ámbitos como el turístico se suele optar por contratos de gestión y no de propiedad para desarrollar hoteles, por ejemplo. Azor ha asegurado que se trata de "capital de riesgo" en cualquier caso.

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