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Emigración

La Defensoría del Pueblo 'atiende' a la embarazada cubana varada en el aeropuerto de Panamá

Yaima Millares Cuesta reclama asilo, una petición que ya le fue negada por el Gobierno.

Ciudad de Panamá

La Defensoría del Pueblo de Panamá está "atendiendo" el caso de la cubana Yaima Millares Cuesta, una madre embarazada de seis meses con otros tres hijos que se encuentran en el área de tránsito del aeropuerto internacional de Tocumen, de la capital panameña.

El viernes DIARIO DE CUBA estableció comunicación con la sede de la organización gubernamental y una funcionaria que no quiso identificarse dijo que no tenía autorización para ofrecer detalles del caso.

Desde su perfil oficial de Facebook, la Defensoría anunció que "atiende la situación de una emigrante cubana" en el mencionado aeropuerto, pero no identificó a esta persona.

"Se verificó su condición de salud y la de sus hijos", añadió la escueta información.

Además, comunicó que "se le brindó asistencia legal por parte del Consejo Noruego para Refugiados" y que esta fue "rechazada".

Por último, confirmó que la mujer "solicita asilo político", una petición que, según publicó el sitio CiberCuba, le fue negada en menos de 24 horas.

En la plataforma Change.org se había iniciado una campaña de recogida de firmas a favor del otorgamiento de asilo para esta mujer.

De acuerdo con Félix Nieto Ruiz, quien inició la petición en internet, Millares Cuesta sufrió maltratos físicos y psicológicos antes de salir de Cuba y teme que, de regresar, pueda ser encarcelada.

Más de 3.400 personas habían firmado hasta este sábado.

La cienfueguera Yaima Millares Cuesta llegó al aeropuerto panameño el viernes 26 de octubre deportada desde Puerto España. Un día antes las autoridades de Trinidad y Tobago le retiraron el pasaporte a ella y a su familia porque consideraron que su reserva de dos días de hotel no era fiable para dejarle acceder al país con sus hijos, según detalló CiberCuba.

Su caso se hizo viral por un vídeo publicado por este mismo medio en el que se veía a Millares de rodillas, pidiendo clemencia a los agentes de Inmigración trinitenses. "No quiero volver a Cuba", decía.

Esta semana, agentes de Inmigración le informaron que no le darían protección internacional ni a ella ni a sus hijos y le dieron un margen de hasta siete días para deportarla a Cuba.

Yaima Millares Cuesta no quiere regresar a Cuba porque vendió su casa para pagar su pasaje y el de sus hijos. En la Isla asegura que no tiene trabajo y además llegó incluso a renunciar a la libreta de abastecimientos.

En 2015, se plantó frente a la recién estrenada embajada de EEUU en La Habana con una pancarta en la que se podía leer: "Siete niños con hambre" (los suyos y sus sobrinos).

La Policía la desalojó violentamente del lugar y fue detenida. La escena la grabó un turista brasileño, se hizo viral y fue recogida por las televisiones de Miami.

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