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Sociedad

El peor verano de San Germán

Ni transporte para ir al río han encontrado los jóvenes de la localidad cubana este año.

San Germán

El que termina ha sido el peor verano que han vivido los residentes en San Germán, Holguín, en los últimos años, opinan jóvenes de la localidad.

Angelito y Lianet, son pareja y estudian en el preuniversitario del municipio. Este año ni siquiera pudieron ir al río Cauto, que está a unos 18 kilómetros de la cabecera municipal, "debido al alto costo del transporte privado".

"Te pueden cobrar entre 200 y 300 pesos (moneda nacional) por el alquiler de un tractor con una carreta para cuatro horas de estancia en el río. Por las malas condiciones del terraplén, los autos ligeros apenas circulan", señala Angelito.

Debido a la falta de medios de transporte, es frecuente que vehículos como los tractores, destinados a labores agrícolas, se utilicen en el interior del país para el traslado de pasajeros.

El "semiómnibus" (camión adaptado como medio de transporte) que cubre la ruta desde el municipio hacia la comunidad rural Pedregalón pasa dos días a la semana, con dos viajes en esas jornadas, uno por la madrugada y otro al mediodía, insuficiente para las personas que quieren disfrutar del río en un país tan caluroso.

La situación epidemiológica que atraviesa San Germán con el virus del dengue es otro de los problemas que ha fastidiado el verano, lamenta un joven universitario. Critica la "mala decisión" de las autoridades de suspender la venta de cerveza a granel en camiones cisterna refrigerados. "Tampoco han vendido refrescos y ninguna de las dos cosas propagan el virus", dice el estudiante.

Este año, ni siquiera se organizaron las fiestas de los fines de semanas con agrupaciones que se trasladaban desde la capital en veranos anteriores. "Hemos tenido que conformarnos con música grabada que muchas veces no nos gusta", afirma un joven de 16 años junto a su novia.

Se queja de la falta de espacios para el disfrute del verano. "Lo que sí no ha faltado es la venta de cigarros y ron", apunta la muchacha.

"Ya se me acabó el verano y no pude cumplir mis planes", dice José Carlos, otro estudiante. "Hace unos años existían los llamados 'planes en la playa', en el municipio de Rafael Freire. No se sabe por qué los eliminaron todos".

"Mi padre, que trabajaba en la industria azucarera, se ganaba el derecho a una estancia de unos días por 380 pesos. Ahora si quieres bañarte en una playa tienes que pagar un pasaje de 50 pesos en un ómnibus. El precio ha aumentado, ya que el año pasado costaba 40 pesos, sin contar el gasto por pasar el día en el lugar. Si es caro para un joven, multiplícalo para una familia", fustiga.

La llamada "Casa de los Niños" es otro espacio que ha ido progresivamente en decadencia. De las dos carpas de vinilo que existían en su apertura, una se destruyó y la otra va por el mismo camino.

Anteriormente vendían allí helados una vez por semana para los niños, pero este verano no han surtido. Algo parecido ocurre con el yogurt de soya, que fue sustituido por un cereal nombrado Lactosoy (una mezcla de chocolate con azúcar) ya que el combinado lácteo se encuentra en reparación.

El periódico oficial Granma publicó que el verano de 2018 tuvo más y mejores actividades, aunque reconoció que aún persisten problemas. Citó los datos de una encuesta en 69 comunidades, según la cual en 31 municipios del país hubo criterios favorables.

Seguramente San Germán no estuvo entre los consultados. El de este municipio, ha sido un verano para olvidar.

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