El opositor cubano Néstor Rodríguez Lobaina, refugiado en España desde 2011, denunció que las autoridades cubanas le impidieron entrar en la Isla junto a su esposa, Elena Margarita Campins, y que lo deportaron desde Santiago de Cuba.
En un informe que envió, entre otros, al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y al Parlamento Europeo, Rodríguez Lobaina relata que decidió viajar a Cuba a visitar a sus padres, cuyo estado de salud es "crítico", y que para ello él y su esposa hicieron todos los trámites pertinentes en el Consulado de Cuba en Barcelona.
El opositor aseguró que desde octubre pasado sus familiares en la Isla habían contactado con funcionarios de las oficinas de Atención a la Ciudadanía del Consejo de Estado en La Habana para consultar si Rodríguez Lobaina podía entrar al país, y que en dos ocasiones se les aseguró que no tenía ninguna restricción de entrada.
Tanto el opositor como su pareja tenían billete de ida para el 11 de febrero y vuelta para el 14 de marzo. Sin embargo, según su relato, que difundió la agencia Europa Press, al llegar al edificio terminal del Aeropuerto de Santiago de Cuba, un total de 15 uniformados los retuvieron y les quitaron los equipajes.
Rodríguez Lobaina precisó que en ese momento fue amenazado "de muerte" si se resistía, y Elena Margarita Campins esposada y tirada "al suelo, aplastando su cabeza".
Después los metieron a ambos en el avión en el que habían viajado, y los obligaron a permanecer "en un marco estrecho de la zona de los aseos" entre las 6 y las 10PM. Desde Santiago volaron a La Habana y luego volvieron a España "de manera forzada".
Rodríguez Lobaina aseguró haber protestado cuando se dio cuenta de que habían sacado sus equipajes de la bodega, y que entonces se le aseguró que estos estaban en el avión. Sin embargo, la pareja no ha vuelto a ver las maletas, en una de las cuales su esposa había guardado 3.000 euros en efectivo.
Con sus resguardos, reclamaron sus pertenencias en el aeropuerto de Barajas, Madrid, aunque el opositor aseguró que las maletas quedaron en poder del jefe de operaciones especiales de Contrainteligencia en Santiago de Cuba.
Además, la denuncia precisó que 20 minutos antes de aterrizar en Barajas, la jefa de las azafatas les entregó un documento donde se les comunicaba que no podían entrar en Cuba.
En la denuncia que Rodríguez Lobaina hizo llegar a las autoridades españolas, el opositor aseguró que lo sucedido fue "un acto vandálico y criminal de un Estado opresivo de aniquilamiento y terror que desprecia las libertades y derechos universales de sus ciudadanos", y advirtió que no es un "hecho aislado".
Además de reclamar ayuda para recuperar sus pertenencias, el opositor expresó a las instituciones españolas y europeas su preocupación por "el ascenso a la Moncloa de la ideología de los más de 120 millones de muertos y que mira hacia otro lado los abusos del régimen cubano contra su indefensa población".
Néstor Rodríguez Lobaina llegó a España en 2011, en el marco de los acuerdos entre el régimen cubano, la Iglesia Católica de la Isla y el Ministerio de Asuntos Exteriores español, para acoger a presos políticos cubanos, la mayoría de ellos del llamado Grupo de los 75, encarcelados por Fidel Castro a raíz de la conocida como Primavera Negra de 2003.
El disidente ha hecho llegar su denuncia a la Moncloa, al Ministerio de Justicia, el Palacio de la Zarzuela, la Fiscalía General del Estado, el Parlamento Europeo, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
Este artículo debía publicarlo en El País.