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Literatura

Pardo Lazo define su último libro como una 'venganza literaria' contra lo políticamente correcto

El escritor y fotógrafo cubano presenta 'Espantado de todo me refugio en Trump', su 'experiencia como extranjero más que como exiliado'.

Miami

El escritor y fotógrafo cubano Orlando Luis Pardo Lazo, autor desde hace una década del blog Lunes de post-revolución, leerá este martes en Miami un adelanto de su nuevo libro Espantado de todo me refugio en Trump, que define como su "venganza" literaria contra lo políticamente correcto.

Espantado de todo me refugio en Trump cuenta "mi experiencia como un extranjero, más que como exiliado, metido en la academia norteamericana, en internet, en la campaña (presidencial) Hillary-Trump, en el problema de la corrección política", sostuvo el disidente en una entrevista con EFE.

Pardo acaba de concluir el segundo año de un doctorado en Literatura Comparada en la Washington University, de San Luis (Misuri), "una de las ciudades más segregadas y más violentas de Estados Unidos", señaló.

El libro, editado por Hypermedia, son "crónicas ficcionalizadas" que dan continuidad a Del clarín escuchad el silencio, de la misma editorial, que será presentado también este martes en la librería Altamira de Coral Gables.

"Son las tribulaciones de un sujeto que viene del totalitarismo a una realidad polarizada e intolerante, como creo que es la academia norteamericana", explicó Pardo y anotó que ha tenido denuncias por expresar su criterio abiertamente en clases.

"Me denunciaron mis colegas de doctorado por mal comportamiento ético, por debatir en clases temas como el feminismo y cuestiones como la corrección política. Si cuestionas esas cosas, te dicen que tu posición no es legítima", afirmó el autor.

"En la Universidad de La Habana no tuve problemas de censura. Allí por un criterio que no gustase te expulsaban directamente", acotó.

El blog Lunes de post-revolución "sigue siendo mi cuartel Moncada, mi Casa Blanca, mi búnker, porque las redes sociales tienen poco espacio para la libertad de expresión", dijo Pardo, quien habla en su nuevo libro de la muerte del dictador Fidel Castro, un personaje con el cual se confiesa "obsesionado".

"Cuento la muerte de Castro a través de una profesora que llegó al aula llorando, muy triste. Solo cambio los nombres de las personas, pero el evento es real. Me gustaría que el campo cultural cubano supiera esto. Fue medio siglo de humillación de aquella profesora", recordó.

El libro tiene más de 300 páginas con medio centenar de episodios que se pueden leer como una novela. "Al editor le gusta como novela, pero no hay una clara estructura de personajes, es fragmentaria. El personaje central se llama como yo", adelantó este bloguero que dice haber publicado casi 2.000 columnas entre 2008 y 2018.

"Muchas más que las publicadas por Yoani Sánchez en su bitácora de vida Generación Y, con la diferencia de que, al contrario de la disidente cubana, yo soy un disidente dentro de la disidencia cubana. Y no tengo ni la más remota idea de qué dije o qué dejé de decir en cada columna", escribió en Lunes de Post-Revolución.

Pardo, muy dado a parafrasear, admitió que el título de su nuevo volumen es una paráfrasis más, en este caso del prólogo de Ismaelillo, un poemario de José Martí (1853-1895).

Del clarín escuchad el silencio (Hypermedia) se va a la antípoda de la letra del himno nacional: Del clarín escuchad el sonido. Y Lunes de post-revolución parafrasea el nombre de la publicación cultural más sólida al inicio de la Revolución cubana y que fue censurada por Fidel Castro.

Pardo mantiene en su más reciente entrega un estilo de escritura automática que se vale sobremanera de los juegos de palabras. Dice en su libro/novela haber leído una carta dirigida a un chino que era el anterior inquilino del apartamento donde vive ahora en Misuri, a sabiendas de que se trata de un delito federal.

Pero pudo más su curiosidad por corroborar los nexos entre los dos países, China y Cuba.

"De noche, desnudo junto a la calefacción, cuando me pongo a escribir a corazón abierto sobre el castrismo, se me ocurre pensar que quizá mi predecesor saltó sobre el parqueo de los vecinos, unos negros formidables que ponen música blues y hablan a gritos y carcajean como bisontes que embisten, y por eso nunca me dejan ser demasiado infeliz", escribió Pardo.

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