Cuatro heridos dejó un accidente de tránsito que se produjo este sábado en las intersecciones de la Avenida Céspedes y Velázquez, de la ciudad matancera de Cárdenas, cerca de las 9AM.
El muro de Facebook del canal local Tele Bandera informó que en el incidente estuvieron involucrados una carro cisterna de la Empresa de Acueducto y Alcantarrillado, y un ómnibus de Transgaviota. Este último terminó impactando contra la fachada de la sede de la Dirección Municipal de Educación.
El reporte, que no identificó a los afectados en el siniestro, precisó que los cuatro heridos son atendidos en el hospital de Cárdenas, y que el personal de Ministerio del Interior investiga las causas del hecho.
El viernes cinco personas murieron en un accidente de tránsito en la provincia de Pinar del Río, cuando el chofer de un auto marca Moskovich perdió el control del vehículo y se precipitó al vacío por un barranco.
Durante 2018 se registraron en Cuba 10.070 accidentes, que provocaron 683 muertos y 7.730 heridos, con una frecuencia promedio de uno por cada 52 minutos, según datos de la Comisión Nacional de Seguridad Vial.
Al cierre de mayo de este año, habían ocurrido 4.134 accidentes, con 269 fallecidos y 3.063 lesionados.
La Isla arrastra un alto índice de accidentalidad atribuido, entre otros factores, a la avanzada edad del parque móvil (la mayoría de los vehículos en circulación tienen más de 20 años, y muchos, más de 60) y al mal estado de las carreteras por un mantenimiento deficiente.
Entre las principales causas de los accidentes, la Comisión Nacional de Seguridad Vial identifica los adelantamientos indebidos, el no prestar atención al control del automóvil, la violación del derecho de vía, los excesos de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol y los desperfectos técnicos.
De esa manera, las estadísticas evitan colocar entre las causas principales el estado ruinoso de las vías y la falta de señalizaciones, así como el estado de los vehículos que circulan en Cuba.
Puesto que las carreteras pertenecen al Estado cubano como único propietario, las cifras crecientes de pérdidas de vidas humanas hablan del poco respeto por la vida que muestra un Estado tan despreocupado de las infraestructuras del país. Y al riesgo que corren quienes tienen que hacer uso de ellas para trasladarse.
