Una huelga convocada por organizaciones civiles contra la postulación del presidente de Bolivia, Evo Morales, a un cuarto mandato en las elecciones de octubre próximo, fue cumplida parcialmente este miércoles en tres de los nueve departamentos del país, informaron fuentes cercanas a la protesta.
La protesta se limitó al corte de algunas calles y se concentró en barrios residenciales y de la clase media-alta en las ciudades de La Paz, Cochabamba y Tarija debido a que otras seis regiones, entre ellas Santa Cruz, la principal del país, decidieron no acatar la medida, reportó AFP.
Las calles paceñas amanecieron con algunos puntos de bloqueo en el centro y la zona sur, alentados por personas que empuñaban banderas nacionales y que consiguieron obstruir por algunas horas la circulación de vehículos.
Al mismo tiempo, varios grupos de policías se situaron en los puntos que se presentaban como los más críticos para conseguir brevemente habilitar la circulación de coches.
"Aquí estamos nosotros para renovar ese compromiso por la democracia", aseguró a EFE el exdefensor del Pueblo y miembro del Consejo Nacional por la Democracia (CONADE) Rolando Villena.
Estos colectivos suelen movilizarse los días 21 de cada mes para recordar que el 21 de febrero de 2016 se celebró un referéndum que negó la posibilidad de que Morales se presente a futuros comicios.
Villena apuntó que la protesta cuestiona al Tribunal Supremo Electoral, al que estos sectores consideran "sumiso" al Gobierno por no aceptar la "voluntad soberana" que emergió de dicha consulta y que habilitó la candidatura del jefe de Estado.
El Comité Cívico Pro Santa Cruz, que agrupa a organizaciones civiles de esa región, decidió marginarse de la protesta por un incendio forestal que consume 600.000 hectáreas de su territorio.
Tampoco El Alto, la segunda ciudad más poblada de Bolivia, se sumó bajo el argumento de que perjudicarían a la población, según manifestó hace unos días su alcaldesa, Soledad Chapetón.
Se trata de "un paro que se ha hecho sentir, con la fuerza necesaria", evaluó el activista Waldo Albarracín, directivo del CONADE y rector de la universidad estatal de La Paz.
Según Albarracín, con la protesta "no se trata de ver quién tiene más músculos, se trata de reflexionar sobre la legitimidad de nuestro reclamo".
El Gobierno calificó la acción como un "fracaso". "Consideramos que el paro ha sido un fracaso, los reportes que nos han mandado, las imágenes que hemos visto (...) muestran que había un libre tránsito y un desenvolvimiento normal", evaluó el ministro de Comunicación, Manuel Canelas.
El canciller Diego Pary dijo por separado que "el paro cívico que convoca el CONADE y ciertos comités cívicos coinciden con el 21 de agosto, una fecha trágica para el país, donde se dio un golpe de Estado (del general Hugo Banzer) en el año 1971", que se extendió durante siete años.
El CONADE busca evitar la candidatura de Morales, alegando que un referendo nacional le negó en 2016 esa posibilidad. A pesar de ese resultado, el Tribunal Constitucional avaló un año después su participación en los comicios, bajo el argumento de que era su derecho humano.
El CONADE llamó a otra huelga de carácter indefinido a partir del 10 de octubre.
Tres sondeos de medios ubican a Morales primero en la preferencia para las elecciones del 20 de octubre, que renovará además a 36 senadores y 130 diputados.
Además de Morales, en las elecciones de octubre competirán por la Presidencia del país otras ocho agrupaciones políticas.