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Venezuela

Seis años de Maduro en el poder

Las cifras dejan al descubierto la desastrosa gestión de su Gobierno, y explican la debacle nacional venezolana.

Barquisimeto

En los seis años de Gobierno de Nicolás Maduro, Venezuela ha vivido un rápido y agresivo deterioro económico y social, apenas comparable con lo sucedido en países en guerra. Aunque analistas responsabilizan parcialmente de la debacle a Hugo Chávez, en las calles venezolanas solo hay un responsable: Maduro.

Para muestra, un botón. Cada vez que se produce un apagón (cosa que ocurre cotidianamente en Venezuela) o que falla un servicio público de transporte o que la cola para acceder a alimentos es muy larga, alguien espontáneamente grita "¡Maduro!",y al unísono el resto de personas responde: "¡Coño de tu madre!". Es un insulto duro, tal vez el peor para los venezolanos, pero es hoy expresión cabal del descontento.

De acuerdo con las cifras coincidentes de las encuestadoras Hercon Consultores y Delphos, comentadas con anterioridad en DIARIO DE CUBA, más del 85% de los venezolanos desea un cambio político y eso tiene una interepretación que no es otra que la salida de Maduro del poder.

Nicolás Maduro asumió oficialmente la presidencia de Venezuela el 19 de abril de 2013, tras imponerse en unas discutidas y reñidas elecciones presidenciales a escasas cinco semanas de que se confirmara oficialmente la muerte de Hugo Chávez.

Por la vía de los hechos, Maduro ejercía la presidencia desde fines de 2012, y Chávez —antes de partir nuevamente a Cuba— lo nombró su heredero político, en lo que vino a ser su última aparición en público.

Poco después, el régimen venezolano presentó y aprobó por decreto el llamado Plan de la Patria 2013-2019. En este documento se oficializó lo que, en teoría, Maduro perseguía: convertir a Venezuela en un "país potencia".

Sin embargo, seis años después, la imagen es una fila de venezolanos derrotados, haciendo cola para recibir comida de la Federación Internacional de la Cruz Roja, mientras al fondo se observa el lema Gobierno revolucionario.

De acuerdo con Antonio Guterres, secretario general de la ONU, unos siete millones de venezolanos dentro del país requieren con urgencia ayuda humanitaria.

Las cifras de la debacle

En los seis años de Maduro, la inflación saltó a 56,1% en todo el 2013, según cifras ofrecidas por el Banco Central de Venezuela (BCV). Dos años después, en reacción a la espiral inflacionaria, el régimen dejó de publicar las estadísticas oficiales. Ahora se debe apelar a organismos especializados como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial para tener cifras macroeconómicas del país.

Al concluir 2018, el FMI estimó que la hiperinflación venezolana se ubicó en 1.370.000%. Para 2019, la proyección es de 10.000.000%.

En materia de pobreza, las cifras que recaba el Estudio de Condiciones de Vida (ENCOVI) de varias universidades venezolanas, desnuda el retroceso social.

En el estudio 2018, el 94% de los encuestados aseguró que sus ingresos eran insuficientes para cubrir los costos de vida. En ese sentido, 63% de la población es beneficiaria de alguna de las misiones sociales que ofrece el Gobierno, un aumento de 20% versus el período anterior (2017). El mecanismo de control social de la población con la distribución de alimentos aumentó en los últimos años.

La cobertura educativa también ha tenido un retroceso en los años de Maduro. Según cifras de la ENCOVI, en 2014 el 78% de los venezolanos de entre tres y 24 años formaba parte del sistema educativo. En 2018, este indicador cayó al 70%.

La migración de venezolanos es otro fenómeno asociado a Maduro. Según la propia Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, huyen de Venezuela en busca de comida, atención médica, empleo y protección.

Hasta 2013, según estimaciones de agencias de la ONU, habían salido unos 800.000 venezolanos. En marzo de 2019 suman 3,7 millones quienes han salido de Venezuela, en muchos casos de manera precaria. La última cifra representa el 10% de la población total del país. Los venezolanos en el gobierno de Maduro se han expandido por más de 100 países, constituyendo hoy una verdadera diáspora.

Entre 1999 y 2014, el chavismo recibió y administró alrededor de 1.000.000.000.000 (un millón de millones de dólares) por las exportaciones petroleras. Una cifra astronómica, si se le compara con los 60.000 millones de dólares (convertidos a dólar actual) invertidos por Estados Unidos para reconstruir Europa tras la segunda Guerra Mundial. Venezuela recibió cada año, durante 15 años, el equivalente a un Plan Marshall.

La debacle nacional que ha representado Maduro para Venezuela se simboliza claramente en la propia industria petrolera. Al momento de llegar Chávez al poder, en febrero de 1999, Venezuela producía 3,1 millones de barriles diarios. Al momento en que Chávez le pasa el testigo a Maduro, en diciembre de 2012, la producción había caído a 2,8 millones de barriles por día.

A inicios de este mes de abril, la Agencia Internacional de Energía confirmó que la producción se había reducido a 870.000 barriles por día, una cifra equivalente a lo que producía Venezuela en la década de los años 40 del siglo pasado.

De acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos, en promedio la producción petrolera venezolana viene cayendo en 50.000 barriles mensuales, en el último semestre.

Tal situación, ante la cual Maduro no parece tener respuesta, es para muchos expertos la señal más clara de que el chavismo tiene sus días contados en el poder. Maduro, sin embargo, apuesta a lo contrario, pese a su desastrosa gestión.

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