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Nicaragua

Los nicaragüenses vuelven a las calles mientras aumentan las denuncias de torturas

'Si no hay garantías no hay diálogo, porque nuestros muertos no negocian', dicen los estudiantes.

Managua

Los nicaragüenses volvieron a las calles el miércoles para manifestarse contra el Gobierno de Daniel Ortega y exigir justicia por los 34 muertos que dejaron las violentas protestas de días pasados, reporta la AFP.

Tras un impasse de apenas un día a la espera de un diálogo, las marchas regresaron en la tarde y la noche del miércoles en Managua y varias ciudades del país, aunque sin choques con la Policía, poniendo nuevamente de relieve el hartazgo de la población ante la tendencia autoritaria de Ortega.

Centenares de personas, en su mayoría jóvenes vestidos de negro portando velas y banderas de Nicaragua, se congregaron en una rotonda del sur de Managua para pedir justicia por las víctimas de las protestas, sin que se registraran incidentes.

También marcharon a la sede del Auxilio Judicial de la Policía para exigir una investigación por la muerte de sus compañeros en las protestas.

Coreaban "libertad" y "que se vayan" del poder Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.

"Estos jóvenes lograron algo que las generaciones mayores no pudimos, que es perderle el miedo a Daniel Ortega y a Rosario Murillo", declaró a AFP Francisco Fonseca, un comerciante de 36 años en la manifestación.

El miedo "se perdió en Nicaragua, y la vida de estos estudiantes no va a quedar ahí, ellos son los héroes (...) son chavalos jovencitos que dieron la vida por la libertad", agregó en alusión a los 34 muertos en las protestas que detonaron el 18 de abril tras el anuncio del Gobierno de una reforma de la seguridad social.

La fuerte represión de las manifestaciones, que dejó a Managua y otras ciudades cubiertas de escombros, indignó al país y galvanizó a la población para exigir la salida de Ortega y Murillo.

El clima se aplacó luego de que a principios de semana Ortega revocara la reforma previsional, liberara a los detenidos en las protestas e instara a un diálogo con la mediación de la Iglesia Católica para discutir una agenda nacional que incluya una nueva propuesta para sacar a la seguridad social de la ruina.

La Iglesia aceptó servir de "mediador y testigo" del diálogo, y reclamó al Gobierno y a la sociedad civil a evitar todo acto de violencia.

Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP) se declaró listo para sentarse en la mesa de discusiones con el Gobierno, aunque exigió abordar reformas democratizadoras.

Pero no se ha fijado una fecha para el diálogo ni se sabe quiénes serán los participantes.

Y tras conocerse la nueva cifra de muertos y múltiples denuncias de violación de derechos humanos durante las manifestaciones, los jóvenes que marcharon la noche del miércoles afirmaban: "si no hay garantías no hay diálogo, porque nuestros muertos no negocian".

"Mientras nos persiguen, nos reprimen y nos asedien, no hay diálogo", dijo en un discurso improvisado uno de los jóvenes que participaba en la marcha.

Graves abusos

La directora de la ONG Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), Vilma Núñez, aseguró a la AFP que el Gobierno incurrió en "una violación masiva de derechos humanos" durante las protestas, al denunciar la muerte de manifestantes, torturas a los detenidos, agresiones a periodistas, el cierre de medios de comunicación y daños a la propiedad.

Jóvenes que estuvieron presos relataron a la AFP palizas que sufrieron a manos de las autoridades durante su detención. Fueron liberados entre martes y miércoles con las cabezas rapadas, algunos sin zapatos y otros semidesnudos.

"Nos iban golpeando a todos en el estómago con patadas, puños (y) con el mismo garrote que usan ellos, nos daban en la cabeza", contó Marvin Guevara, un estudiante de 26 años.

"Fuimos torturados, como nunca en mi vida había sido golpeado (…) Mientras más llorábamos, más nos golpeaban", dijo por su lado Gilbert Altamirano.

El CENIDH responsabilizó al presidente Daniel Ortega de lo que definió como una "masacre estudiantil", ya que la mayoría de quienes perdieron la vida en las protestas eran estudiantes universitarios.

Entretanto, el oficialista Frente Sandinista convocó una marcha para este jueves en apoyo al Gobierno. La Iglesia Católica convocó asimismo para el sábado una manifestación "por amor a Nicaragua".

Entre los muertos también hay dos policías, un periodista y un adolescente.

La poeta y escritora nicaragüense Gioconda Belli consideró que Ortega y Murillo deberían renunciar.

"Es la única salida decente y digna que les queda", comentó la escritora.

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