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Nicaragua

'¡Que se vaya!', multitudinarias marchas aumentan la presión sobre Daniel Ortega

EEUU ordena salir de Nicaragua a los familiares de sus diplomáticos.

Managua

Una multitudinaria marcha congregó este lunes en Managua a decenas de miles de personas en apoyo a las protestas que han dejado 27 muertos y estremecido al Gobierno de Daniel Ortega, intensificando la presión sobre el presidente, reporta la AFP.

La presencia de estudiantes, trabajadores, jubilados y pobladores de barrios en la masiva movilización convocada por empresarios, puso en evidencia la disconformidad con la represión a las protestas iniciadas el miércoles pasado por estudiantes, en rechazo a una reforma al sistema de pensiones.

Algunos pedían directamente la salida de Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.

"¡Que se vaya, que se vaya!", coreaba un grupo de participantes de la marcha.

"Nicaragua te amo", se leía en algunas de las pancartas de los manifestantes, mientras otros exhibían los nombres de estudiantes muertos en las protestas. Otros ondeaban banderas de Nicaragua y entonaban el himno nacional.

Marchas similares se dieron en otras ciudades como Estelí y Matagalpa, en el norte.

La manifestación se vivió en un clima de fiesta, en contraste con la violencia desatada en protestas previas. En los últimos días se han librado enfrentamientos de fuerzas antimotines, que lanzaban gas lacrimógeno y disparaban balines, contra manifestantes que respondían con piedras y cocteles Molotov.

Sin embargo, tras el paso de la manifestación, agentes de la policía incursionaron por segunda noche consecutiva en la Universidad Politécnica de Managua, epicentro de las protestas, donde estudiantes se encuentran atrincherados, confirmaron fotógrafos de AFP.

La vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, intentó aliviar la tensión al anunciar este lunes a medios oficiales la decisión de liberar a los detenidos en las protestas, a petición del arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, "estableciendo las bases del diálogo".

Reveló también que una policía murió el domingo en las protestas, lo que lleva el total de víctimas fatales a 27 desde el pasado miércoles. Según el conteo del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), que no incluye a la agente policial, hay 26 muertos.

Sin embargo, el clima de distensión que intentó crear el Gobierno el fin de semana con un llamado al diálogo con empresarios se disipó con una violenta arremetida policial, la noche del domingo, contra los manifestantes atrincherados en la Universidad Politécnica.

"No nos vamos a sentar en ningún diálogo (con el Gobierno) mientras no se libere a todos los detenidos, mientras no cese la represión y mientras no se den las condiciones necesarias para dialogar", dijo a la AFP Michael Healy, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua.

Ortega buscó el domingo aplacar la furia de las calles revocando los aumentos en las contribuciones obreras y patronales al fondo de pensiones que administra el Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS).

Esos incrementos fueron la chispa que encendió las protestas iniciadas el pasado miércoles por un grupo de estudiantes, que rápidamente se extendió a otros sectores de la sociedad.

"Las protestas ya no son solo por el INSS, es contra un Gobierno que nos niega libertad de expresión, libertad de prensa y de manifestarnos pacíficamente", declaró a la AFP Clifford Ramírez, un estudiante de Ciencias Políticas de 26 años que participó en el inicio de las marchas.

Las protestas se recrudecieron el fin de semana, con barricadas de piedras y llantas incendiadas en las calles, mientras turbas saquearon comercios en varios puntos de la capital.

La violencia generó respuestas de consternación de la comunidad internacional, con llamados a la calma y al respeto del derecho a protestar por parte del papa Francisco, la Unión Europea, Estados Unidos y varios países latinoamericanos.

EEUU ordena salir de Nicaragua a los familiares de sus diplomáticos.

El gobierno de Estados Unidos ordeno el lunes la partida de Nicaragua de los familiares del personal de su embajada en Managua y autorizó la salida voluntaria de sus funcionarios en ese país.

"Los mítines políticos y las manifestaciones ocurren a diario, a menudo con poco aviso o previsibilidad", dijo el Departamento de Estado, al actualizar su advertencia de viaje a Nicaragua "debido a crímenes y disturbios civiles".

El Gobierno de Donald Trump, que ya había llamado el sábado a "reconsiderar" viajes a Nicaragua por motivos de seguridad, volvió a advertir sobre los actos de violencia en las calles, las limitaciones para conseguir comida y combustible y los bloqueos de rutas, incluido el acceso al aeropuerto internacional.

"Algunas protestas resultan en heridas y muertes. Las manifestaciones por lo general provocan una respuesta fuerte que ha incluido el uso de gas lacrimógeno, gas pimienta, balas de goma y munición real contra los participantes y ocasionalmente han llevado a saqueos, vandalismo e incendios intencionales", dijo el lunes el Departamento de Estado.

Washington instó el domingo a la calma en Nicaragua, lamentando la pérdida de vidas y condenando la violencia y el uso excesivo de la fuerza contra civiles.

El legislador estadounidense Eliot Lance Engel, demócrata de Nueva York y miembro de alto rango de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, urgió a los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a "alzar sus voces para condenar la violencia en Nicaragua" e "instar al Gobierno de Ortega a respetar los derechos humanos".

También pidió que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ente autónomo de la OEA, realice una "investigación independiente" sobre lo ocurrido.

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