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China

Pekín fuerza el acceso del Partido Comunista a la gestión de empresas con capital extranjero

Varios ejecutivos expresan preocupación por las crecientes exigencias del partido y destacan una mayor actividad de la organización.

Pekín

A finales del mes pasado, los ejecutivos de más de una decena de grandes empresas europeas en China se reunieron en Pekín para discutir sus preocupaciones por la creciente influencia del Partido Comunista (PCCh) sobre las operaciones locales de firmas extranjeras, dijeron tres personas con conocimiento de las conversaciones, informa Reuters.

Los esfuerzos del presidente Xi Jingping por reforzar el papel del partido en toda la sociedad china han alcanzado a los negocios de empresas extranjeras en el país, y algunos ejecutivos están molestos por las exigencias que enfrentan.

La presencia de núcleos del partido en las empresas ha sido una constante para hacer negocios en China. La organización está en casi el 70 por ciento de las 1,86 millones de empresas privadas, informó el periódico China Daily el mes pasado.

Las empresas en China, incluidas las firmas extranjeras, están obligadas por ley a incluir una unidad del partido.

Esa ley fue vista durante mucho tiempo por los directivos como algo simbólico y no como algo por lo que preocuparse. Sin embargo, un alto ejecutivo cuya empresa estuvo representada en la reunión de Pekín dijo a Reuters que algunas empresas están bajo "presión política" para que revisen las condiciones de sus contratos conjuntos con empresas estatales y dejen que el partido tenga la última palabra en las operaciones comerciales y las decisiones de inversión.

El alto ejecutivo dijo que el socio chino de la empresa conjunta a la que pertenece estaba presionando para que se incluyera en el contrato la incorporación de personal del partido en "la organización de gestión empresarial", que "los gastos generales de la organización del partido se incluyan en el presupuesto de la empresa", y que los cargos de presidente del consejo y el secretario del partido sean ocupados por la misma persona.

La mayor preocupación es que se cambie el acuerdo de negocio conjunto, dijo el directivo, indicando que, hasta ahora, su empresa se ha resistido a los cambios.

"Una vez sean parte de la gestión, tienen derechos directos", dijo.

La Oficina de Información del Consejo de Estado, que actúa como oficina del portavoz del partido, negó en un comunicado enviado a Reuters por fax que haya interferencia de las organizaciones gubernamentales en la actividad operativa normal de las empresas conjuntas o las entidades extranjeras.

No obstante, "las organizaciones del partido dentro de las empresas generalmente llevan a cabo actividades que giran en torno a la gestión de operaciones, pueden ayudar a las empresas a entender rápidamente principios y políticas nacionales relevantes, coordinan los intereses de todas las partes, resuelven disputas internas, introducen y desarrollan el talento, guían la cultura corporativa y construyen unas relaciones laborales armoniosas", dijo la oficina.

"Son ampliamente bienvenidas dentro de las empresas", concluyó.

Reuters indicó que de los 13 ejecutivos que entrevistó para el reporte ocho expresaron preocupación por las crecientes exigencias del partido o notaron una mayor actividad de los grupos del partido. Todos hablaron bajo condición de anonimato y no identificaron a sus empresas dada la sensibilidad del tema.

Solo dos de 20 grandes multinacionales consultadas por Reuters —Samsung Electronics Co Ltd y Nokia— confirmaron tener unidades del partido en sus negocios en China. La mayoría no respondió a las preguntas sobre este asunto. Solo la química alemana Bayer AG reconoció que participó en la reunión organizada por la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, pero rechazó comentar sobre lo que se debatió.

Carl Hayward, director general y de comunicaciones de la Cámara en Pekín, reconoció que la reunión tuvo lugar para "saber de nuestros socios si se están introduciendo formalmente estructuras del partido en la gobernanza de los negocios conjuntos".

"No hemos notado ningún cambio formal que refleje eso. Es lo que esperamos, porque un cambio así funcionaría como un freno a la inversión extranjera en China", dijo.

Bajo el mandato de Xi, el Partido Comunista ha buscado atajar "el debilitamiento, vaciamiento y marginalización" de su liderazgo en las empresas estatales, dijo el Diario del Pueblo en junio. Citó a un responsable del gigante estatal petrolero Sinopec, quien dijo que la empresa había pedido a todos sus socios en sociedades conjuntas con firmas extranjeras que "especifiquen los requerimientos" en relación con el partido en el articulado de su sociedad.

Aunque los planes para expandir las organizaciones del partido en firmas extranjeras han sido una preocupación latente en las últimas décadas, solo con Xi se ha puesto cierto "músculo real", dijo Jude Blanchette, que estudia al partido en el Centro para la Economía y los Negocios de China, de la Conference Board, en Pekín.

Un número significativo de empresas extranjeras operan en China mediante sociedades conjuntas con el Estado. Las empresas extranjeras se han quejado de que sus representantes son forzados a permitir que sus socios chinos accedan a su tecnología. Si no lo hacen, se arriesgan a perder el acceso al mercado local.

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