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Sucesos

Los familiares del cubano muerto en prisión en México exigen una nueva autopsia de su cadáver

Siguen las denuncias de que el fallecimiento no se debió a un suicidio, como afirman las autoridades.

Cancún

Los familiares de Luis Manuel Álvarez Adán, conocido como "El Cubano", que hace dos semanas murió en una cárcel de Cancún, solicitan a la Fiscalía General de México que se aplique una necropsia al cuerpo por medio de un perito externo.

Raúl Fernández León, delegado de la Comisión Nacional e Internacional de Organizaciones y Confederaciones de Derechos Humanos en Quintana Roo, donde ocurrió el incidente, dijo al portal de noticias Noticaribe que la hija del fallecido, residente en la Florida, había hecho la solicitud luego de que una demanda similar fuera desestimada por la viuda de Álvarez Adán. 

"Ahora la hija reclama el cuerpo y se solicitará que le hagan una necropsia por medio de un perito externo", afirmó Fernández León.

"Está muy claro que no fue un suicidio, tenemos pruebas fehacientes de que fue un homicidio y con la complicidad del director del CERESO", agregó, refiriéndose al Centro de Readaptación Social donde estaba recluido el fallecido.

El cubano apareció ahorcado hace menos de dos semanas, debido a un supuesto suicidio, pero otros reos y activistas por los derechos humanos aseguran que fue un asesinato.

Álvarez Adán llevaba cuatro años preso, acusado de extorsionar a una familia mexicana. Desde la cárcel comenzó a revelar supuestas operaciones de corrupción del gobierno y mencionó una red de tráfico de cubanos hacia México.

No obstante, la Fiscalía General del Estado dijo que en la necropsia practicada al cubano no había ningún indicio de forcejeo o agresión. Indicó como causa de la muerte una asfixia por ahorcamiento, sin rasguños ni moretones en alguna parte del cuerpo que señalaran lucha o riña.

Poco después de su muerte, salió a la luz un vídeo grabado por Álvarez Adán en la prisión, donde denunciaba a varias personas por supuestamente querer asesinarlo. Mencionaba los nombres de Higinio Sánchez Baltazar, Ale Buenfil Ayala y Juan Pedro Mercader, y los culpaba de su probable muerte.

Fernández León insistió que la muerte de Álvarez Adán fue un asesinato.

"Era una persona que sabía demasiado, tanto del Gobierno como de personas importantes en el ámbito político, y sus principales detractores eran Juan Melquíades Vergara Fernández, Verónica Acacio Trujillo, Roberto Borge Angulo, el juez del juzgado primero, de nombre Eleazar, el fiscal Miguel Ángel Pech Cen, Jesús Cristóbal Mena Paullada y muchísimas personas más que en su momento les iré dando", declaró Raúl Fernández en una conferencia de prensa reportada por Noticaribe.

Sobre las versiones de que el reo procesado por el delito de extorsión pretendió quitarse la vida en anteriores ocasiones, el activista consideró que fue una estrategia para llamar la atención de las autoridades carcelarias.

También señaló que el fallecido era sometido a tortura física y psicológica, pues lo tenían encerrado en un baño, de 1x2 metros, donde hacía sus necesidades fisiológicas y también comía. "Lo mantenían encerrado… la indicación era volverlo loco", expresó.

El activista reconoció que pesa sobre él una amenaza de muerte y que "El Cubano" lo llamó vía telefónica el día previo a su deceso para alertarlo sobre la orden de asesinato que había sobre su persona.

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