El régimen cubano impidió la entrada al país a dos exprisioneros políticos que salieron de la Isla en virtud de un acuerdo entre la Iglesia Católica y las autoridades de Cuba en 2010, denunciaron en declaraciones a Radio Martí.
Se trata de Rolando Damas Domínguez y Rodrigo G. Santos Velázquez, quienes fueron sancionados junto a otros cinco jóvenes holguineros a diez y 11 años de cárcel por "delitos contra la Seguridad Marítima Naval de Cuba en 2006".
Un año antes, en 2005, intentaron salir de manera ilegal en una embarcación desde Gibara, Holguín, con la intención de llegar a EEUU, pero autoridades migratorias de ese país los interceptaron y devolvieron a Cuba, recordó Martí Noticias.
En 2010 salieron de la Isla en virtud del acuerdo entre la Iglesia Católica y el Gobierno español, que con el consentimiento de La Habana condujo a decenas de presos políticos y sus familiares al exilio.
Grupos de derechos humanos dijeron entonces que este acuerdo constituía una forma de destierro. La Iglesia y Madrid argumentaron que todos los que viajaron fueron consultados previamente y habían aceptado el trato, del que no fueron revelados todos los detalles.
Al intentar ingresar recientemente en Cuba, las autoridades migratorias informaron a Damas y Santos que tenían "restricciones" para entrar.
El caso de Damas se dio en abril. El exiliado tiene en la Isla a un hijo de 18 años, a su madre, primos y tíos.
Declaró al medio miamense que una oficial que lo atendió dentro del aeropuerto el pasado 12 de abril le informó que "lo lamentaba", pero que tenía que regresar en el mismo avión hacia Kentucky, la ciudad donde reside actualmente.
"Salí para atrás (del aeropuerto de Holguín hacia Kentucky) en el mismo vuelo (...) me dieron una planilla que dice que todavía no tengo autorización para entrar al país, lo que no entiendo es por qué", lamentó Damas.
"Es una estupidez. Si yo cumplí mi sanción, no debo nada a ellos, nunca he tenido problemas ni allá ni aquí (…) ¿Les voy a hacer daño por visitar a mi familia? ¿Qué daños le voy a hacer yo a ellos? Ninguno", agregó.
Explicó que le molesta el hecho de haber realizado un largo viaje: "Llegar y que te digan, así fácil, que no puedes entrar porque tienes restricciones, y no te den explicaciones sobre qué tipo de restricciones tienes para poder entrar al país, a tu propio país".
Martí Noticias puntualizó que los siete sancionados en la causa fueron enviados a España. Dos continúan en ese país, pero los otros cinco viajaron a EEUU en diferentes fechas.
'Ni te bajes de la escalera'
Cuba tampoco dejó entrar el pasado 8 de marzo a Santos Velázquez, a quien ni siquiera le permitieron descender del avión donde viajó con su esposa y un hijo. Fue retornado a Naples, Florida, donde vive.
Quería, —explicó—, visitar a su abuela de 89 años que está enferma y no ha visto desde que salió de Cuba en 2010.
"Tengo la orden de negación de entrada del país (...) La adquirí por medio del capitán del avión", afirmó. "La hoja dice que no soy admisible al país", agregó.
Santos Velázquez dijo que funcionarios de Inmigración que lo esperaban en la pista le indicaron que no descendiera del avión. "(La funcionaria) me dijo: 'ni te bajes de la escalera'", recordó.
Para Juan Carlos Herrera Acosta, prisionero de la Causa de los 75 y residente en Syracuse, Nueva York, "el caso de estos exprisioneros políticos desterrados no constituye un hecho aislado, sino que es la esencia malévola de un régimen anquilosado y retrógrado".
"Ambos, Rolando Damas y Rodrigo Santos, compartieron prisión conmigo en la tenebrosa Prisión Provincial de Holguín", dijo a Martí Noticias Herrera.
"Este es el verdadero rostro de una dictadura que ha obligado a exiliarse a muchos cubanos y que mantiene una muy rigurosa regulación contra quienes se le oponen y que ofrece varias lecturas dependiendo de quién entra o no al territorio nacional, a su patria, es decir varios estándares con los refugiados que desean visitar a sus allegados en la isla cárcel", añadió Herrera.
De la misma opinión de este exprisionero es Regis Iglesias, portavoz del Movimiento Cristiano Liberación (MLC), que desde España demanda al régimen cubano que le permita, no solo entrar, sino residir en su país. Ha realizado varias gestiones a través del Gobierno español, pero hasta ahora ha sido en vano.
El régimen cubano tampoco permite la entrada de médicos que han desertado de misiones internacionalistas en el extranjero antes del plazo de ocho años que impone su ley migratoria.