Yurisbel Gracial jugará la próxima temporada con el equipo Halcones de SoftBank de la Liga Profesional de Japón, según publicó el sitio oficial Jit.
El jugador matancero firmó el lunes el contrato con la nómina japonesa, donde ya están insertados otros tres peloteros cubanos: Alfredo Despaigne, Liván Moinelo y Oscar Luis Colás.
Gracial, quien recientemente integró la escuadra cubana a la Serie del Caribe, tuvo su debut en clubes internacionales al participar en la Liga Can-Am con la franquicia de los Capitales de Quebec, en las últimas dos campañas.
"Lo primero es dar las gracias al equipo por esta oportunidad y espero brindar lo mejor allí, como mismo han hecho los compañeros que ya lo integran", dijo al medio estatal el pelotero, tras firmar el documento en el coliseo de la Ciudad Deportiva.
"Estoy consciente de que esa Liga tiene gran calidad y debe ser una notable experiencia personal y profesional. Deseo obtener resultados positivos para seguir abriendo el camino a otros jugadores cubanos que puedan insertarse", consideró sobre las expectativas en el exigente certamen.
El pelotero, igual que otros contratados por los Halcones de SoftBank, deberá incorporarse a la preselección nacional en jornadas previas a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia, en julio próximo, según lo estipulado en el contrato por las autoridades deportivas.
Kenta Hagiwara, representante del equipo nipón de la ciudad de Fukuoka, declaró abierta la contratación de más atletas cubanos a partir de necesidades de esa escuadra para siguientes ediciones.
Por su parte, Ramiro Domínguez, director jurídico del INDER, confirmó como pendientes de similares pasos, pero con los Dragones de Chunichi, al pitcher pinareño Raidel Martínez y al receptor matancero Ariel Martínez.
Higinio Vélez, presidente de la Federación Cubana de Béisbol, tuvo a su cargo la confirmación del acuerdo por parte de la Isla.
El estatal Instituto Nacional de Deportes de Cuba (INDER) dio luz verde en septiembre de 2013 a los contratos en el extranjero a sus deportistas de alto rendimiento, a partir de una nueva política aprobada por el Gobierno.
Los deportistas firman con la mediación de las autoridades deportivas cubanas, al estilo de lo que realizan las agencias empleadoras estatales en el ámbito de la inversión extranjera. El atleta cubano y el contratante foráneo no tienen trato directo hasta el momento de la rúbrica.