Al abrir la pantalla que me saca del mundo
de encierro donde vivo, lo primero que veo,
después de marcar la contraseña,
es una habitación metálica cerrada,
una jaula confortable de preso.
De encierro a encierro no va nada,
y cada día conecto dos encierros.
La pantalla me devuelve a la tarde,
cansado y menos libre que la vez anterior.
La pantalla refleja mi rostro mirando otra prisión.
Mirando a la pantalla que refleja mi rostro
veo a la vez dos prisiones. En el ángulo
izquierdo superior de la jaula
un espejo convexo triangular manifiesta
el punto ciego que llevamos a la espalda.
José Ramón Sánchez Leyva nació en Guantánamo en 1972. Sus últimos libros publicados son Marabú (Torre de Letras, La Habana, 2012) y El derrumbe (Letras Cubanas, La Habana, 2012). Es editor de la revista La Noria. Este poema pertenece a su libro inédito Gitmo.
Otros poemas suyos: Dry boarding, Hunger strike, Tectónica de placas y They are very close.