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Poesía

Manos

'La mano que echa el gancho a la memoria, que cierra el capítulo mendaz y verdadero de lo vivido narrado, de lo narrado vivido...'

Viena

(Viendo Testamento ológrafo, de Román Hernández)

 

La mano que la memoria escribe es otra mano, pálidamente gemela de aquella otra, la de los dedos del deseo, la de los nudillos anonadados por el roce hiriente o la caricia, distante de las distales falanges, alejada de toda unión proximal.

La mano que la memoria recrea se mueve impelida por otros nervios menos táctiles, no es ya la de las químicas intangibles e incesantes, la de los fluidos que explotan en los ojos, en las narices, en las vergas y las vaginas henchidas, en las bocas deseosas de un líquido palpable y seminal.

La mano que echa el gancho a la memoria, que cierra el capítulo mendaz y verdadero de lo vivido narrado, de lo narrado vivido, nos deja atrapados para siempre en el recuerdo, que es olvido.  

 


José Aníbal Campos  nació en La Habana, en 1965. Ha traducido, entre muchos otros autores de habla alemana e inglesa, a Peter Stamm, Stefan Zweig, Hermann Hesse, Ingeborg Bachmann, Uwe Timm, Hans Magnus Enzensberger, Peter Berling, Franz Schätzing, Pascal Mercier, Hans Sedlmayr y Philip Ball.

Otros textos suyos: Equivalencias: Anecdotario y Equivalencias.

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