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Música

'Querían callarme': Un joven DJ cubano espera asilo en España, pero aferrado a la música

Frank Alejandro Soto Rodríguez quiere lograr desde Valencia algo del reconocimiento alcanzado en la Isla. Así lo declara en conversación con DIARIO DE CUBA.

Valencia

Frank Alejandro Soto Rodríguez, "FranKale" su nombre artístico, dejó atrás su carrera y no pocos tropiezos en Cuba tras la "persecución y censura" que comenzó a sufrir como músico profesional hace cuatro años. Así lo ha contado el joven en una conversación con DIARIO DE CUBA desde Valencia, España.

Desde 2015, momento en el que realizó una colaboración con otro artista cubano polémico por sus declaraciones sobre la falta de libertad de expresión en Cuba, el grupo musical de Soto Rodríguez, Dead Point, vio cancelados sus conciertos, sin más pretexto que la no autorización por parte del Gobierno.

Esto conllevó a la disolución de la banda de rock y el comienzo de su actividad como DJ de manera independiente e irregular con contrataciones privadas. Comenzó entonces a recibir requerimientos y citaciones por parte de la Policía para acudir a interrogatorios en los que fue amenazado.

Agentes de la Seguridad del Estado visitaron al músico y a su madre en su vivienda para amenazarle con prisión si no cesaba su actividad, utilizando la implementación del Decreto 349 como herramienta para concretar sus advertencias.

"La primera colaboración en 2015 fue con Brian Oscar Rodríguez conocido en El B de Los Aldeanos. También algo que sale como relevante fue una entrevista que realicé a The New York Times, una semana antes del cambio de poder de Raúl Castro a Miguel Díaz-Canel, acerca de esta transición", explicó Soto Rodríguez.

"Usé mi segundo nombre y segundo apellido por miedo a represalias, aunque la entrevista hace referencia a mi como un DJ de 29 años conocido en La Habana, más otros datos. Esto fue el detonante para esas visitas de la Seguridad del Estado a mi casa, básicamente intentando callarme", abundó.

Por todo ello, él y su madre decidieron comprar unos pasajes de avión a Rusia, con escala en Francia. Una vez en París, desde allí viajaron por carretera a España hasta llegar a Valencia, donde tiene familia y ha iniciado el procedimiento de petición de asilo.

"Estoy empezando de cero aquí en Valencia, poco a poco, comparado con lo que tenía creado en Cuba no es nada", comentó.

"Me vine junto con mi madre, lo dejamos todo, mi carrera como DJ, bastante reconocido en la música electrónica, nuestra casa, en fin, nuestra vida", lamentó.

En La Habana FranKale tocaba todos los viernes para unas 2.000 personas con su proyecto Havana Play.

En la Isla el joven trabajó con Qva Libre, Mancha de Rolando, Bárbaro el Urbano Vargas, Yuli y Havana C, Dj William Rizz, Dj Bo, Dj W.O.N.G, SMS, La Alianza, Chacal y Yakarta. Además de El B (Los Aldeanos), también colaboró con Chocolate, Frank Vera, Chesco, Yarini, Ksanova.

Participó en festivales como Rotilla y en ediciones del Festival de Música Electroacústica Sarao Night Club, patrocinado por el Instituto Cubano de la Música, en actividades con el Laboratorio Nacional de Música Electroacústica, la Asociación Hermanos Saiz, en el Festival Itinerante de Arte Urbano (FIAU), entre otros proyectos.

Antes de caer bajo la lupa de la policía política cubana, y cuando formaba aún parte de Dead Point, obtuvo el Premio Cubadisco 2010 al mejor disco de rock; el Premio Lucas al mejor videoclip de rock cubano en 2012, el Premio Cuerda Viva a la mejor agrupación alternativa en 2014 y el segundo galardón a artista más popular en 2017.

"La diferencia es abismal", apuntó, pero no está dispuesto a renunciar ahora que inició otro recorrido en España. "La música es mi vida, es lo que he hecho en mis 30 años".

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