El músico cubano José María Vitier describió el reguetón como una "enfermedad mortal" y sin cura que atribuyó a un "bajón de valores" dentro de la sociedad, en una entrevista que concedió a The Objective desde Madrid.
"Yo me formé en unas convicciones de que la música se hacía para que las personas fueran mejores. Y la poesía. Y la pintura. El Gran Arte tenía que hacer un mundo mejor. Así me enseñaron mis maestros. Ahora veo alrededor que eso no es así, que apoyándose en la música van negando todas las cosas que había pensado que eran valiosas. Se está viendo en las músicas marginales que han copado los medios de comunicación", señaló en referencia a géneros como el reguetón que han calado fuerte en la Isla.
"Yo no pido que se prohíba nada, pero sí que se hagan determinados controles. Creo que hay un abismo, un mundo donde se está primando lo peorcito del ser humano", dijo el compositor.
"Es muy fuerte lo del reguetón, y en eso no podemos echarle la culpa al mundo porque es más fuerte en Cuba que en otras partes. El taxista no me pone eso en España. Eso se ha vuelto una cosa que nos preocupa a todos los músicos, es un tema del que hablamos. La música debe enaltecer al ser humano y que haga a la gente más comprensiva e inclusiva", consideró.
Vitier no sabe identificar el momento en que comenzó lo que calificó de "este problema".
Explicó que "se ha ido imponiendo una mentalidad de gueto. Hay mensajes inapropiados, actitudes contra las mujeres, actitudes homofóbicas, excluyentes, criminosas, prácticamente delincuenciales, una filosofía de tanto tengo, tanto valgo" que pintó como "un poco decepcionante".
Manifestó que el reguetón "no compagina" con las políticas culturales implementadas por el Gobierno de Fidel Castro.
"Es como cuando surgen esas enfermedades que no existían y dicen las teorías de conspiración que lo fabricaron en un laboratorio no sé dónde. En el fondo, no sabemos de dónde demonios salió el reguetón. Es como esas nuevas enfermedades que matan a las personas y que no se sabe cómo se curan. No nos merecíamos esto", lamentó.
Para Vitier, la enseñanza general tiene la responsabilidad de ese cambio, lo que considera "un bajón de valores".
Sobre supuestos cambios desde los últimos años de Fidel Castro o tras su muerte, el intérprete dijo: "Lo que percibimos los cubanos es que ya toca una renovación. Hay que hacer cambios muy importantes de tipo económico y estos conducirán, casi con total seguridad, a cambios de tipo social y político".
Defendió que "tiene que ser de esa manera para que sea fluido y no traumático".
"Ahora se viene un cambio de moneda y no sabemos cómo va a afectar a nuestros bolsillos. Pero hay que hacerlo: un país no puede vivir con dos monedas", opinó.
Consideró que su felicidad radica actualmente en su "relación de pareja" y la familia que construyó.
"(…) Las emociones más grandes y la felicidad que me colma no tienen nada que ver con mi carrera, tienen que ver con mi vida sentimental, mi vida familiar de papá y de abuelo. Desgraciadamente, la de hijo ya no. Mi papá murió y mi mamá (la poeta Fina García Marruz) tiene 95 años y perdió la cabeza".
Por estos días la Casa de América de Madrid ha organizado varias actividades de homenaje al músico por sus 40 años de vida artística.
Vitier fue nominado a los Oscar a Mejor Banda Sonora por su trabajo como compositor en Fresa y chocolate y a los Grammy latinos por Salmo de las Américas, que estuvo nominado como mejor álbum de música clásica.