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Sucesos

Un taxista mexicano huye con 12 pinturas del excanciller Roberto Robaina

Las autoridades abren una investigación por 'robo'. Las obras eran parte del evento 'Dos humanistas, Roberto Robaina y Olof Palme, dos personajes, una misma visión'.

Ciudad de México

Al menos 12 pinturas de un total de 45, de la autoría del excanciller cubano Roberto Robaina, fueron robadas a plena luz del día en Ciudad de México, cuando eran trasladadas a la Asamblea Legislativa para una exposición, reporta la agencia Notimex.

La bancada del Partido Humanista en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) informó en un comunicado que los hechos ocurrieron en las calles Oaxaca y Colima, colonia Roma, cuando personal encargado de su transporte las llevaba en un taxi.

El conductor del vehículo aprovechó que las personas bajaron un momento para arrancar el auto y escapar con las pinturas, por lo que fue solicitado el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública y la procuraduría de la capital mexicana, indicó el reporte.

Las autoridades abrieron una investigación por "robo".

Las obras eran trasladadas al auditorio Benito Juárez de la ALDF para montar la exposición "Dos humanistas en la Ciudad de México, Roberto Robaina y Olof Palme, dos personajes, una misma visión", que además incluye la presentación del libro Olof Palme: In memoriam, de René Cervera Galán.

El evento, organizado por el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la ALDF, Luciano Jimeno Huanosta, está programado para las 11:00 horas del lunes próximo.

Roberto Robaina fue secretario general de la Unión de Jóvenes Comunistas y luego ministro de Relaciones Exteriores de Cuba. A principios de los 90 se le consideraba la cara joven y "amable" del régimen y una de las figuras en ascenso dentro del castrismo.

Pero en 1999 Fidel Castro lo destituyó de manera fulminante y sin explicaciones.

Tres años después, Robaina fue expulsado "deshonrosamente" del Partido Comunista. Se le acusó de "deslealtad", corrupción, y de autopromocionarse como "candidato" de una transición poscastrista.

Tras varios años fuera de la vista pública, Robaina aprovechó las medidas económicas puestas en marcha por el Gobierno de Raúl Castro, abrió un restaurante en La Habana y se dedicó a la pintura.

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