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CINE

Pavel Giroud: Cuba necesita una reestructuración de su industria cinematográfica

Aboga por una ley de cine y un estatus jurídico para las productoras independientes que han ido surgiendo en la Isla en los últimos años.

La Habana

Cuba necesita una reestructuración de su industria cinematográfica que desemboque en una ley de cine, sostiene el director cubano Pavel Giroud, que compite en el festival Cinelatino de Toulouse con su tercer largometraje, El acompañante.

"El cine cubano no está en su mejor momento, pero se está despertando, ya hay películas que se están situando en importantes festivales, pero el mayor problema es cómo está estructurado el sistema de la industria cinematográfica en Cuba", estimó este jueves Giroud en una entrevista con la AFP.

Esta demanda ya fue formulada hace tres años en Cuba por un centenar de profesionales del cine, incluyendo directores, productores, actores, técnicos y críticos, cuando el Gobierno estudiaba una reestructuración del estatal Instituto de Artes e Industria Cinematográficos (ICAIC), que se ocupa de todo lo que concierne al sector desde 1959.

"El ICAIC tiene una particularidad, es a la vez instituto de cine y casa productora, y eso genera conflictos porque, más allá de que ideológicamente las películas no sean de su satisfacción o no entren en su perfil, nos convertimos en sus competidores", explica este director de 44 años.

Entre las demandas de los cineastas cubanos, señala Giroud, está la creación de una ley de cine, un marco legal que en muchos países de América Latina, como Colombia o Ecuador, ha permitido importantes avances de la industria cinematográfica nacional.

Pide también que a las productoras independientes que han ido surgiendo en los últimos años en Cuba, toleradas por las autoridades, se les otorgue un estatuto jurídico. "Nosotros funcionamos como productoras independientes, pero no podemos tener una empresa, ese es el primer problema, las empresas de cine independiente son ilegales", apunta.

A esto se debe añadir un fondo de fomento de la industria cinematográfica. "Actualmente pueden haber ayudas, pero solo para proyectos de interés estatal muy puntuales", explica.

Aun así, Giroud señala que el cine cubano ha hecho grandes películas y cita como ejemplo largometrajes como Conducta, de Ernesto Daranas, ganadora del Festival de La Habana y recientemente estrenada en Francia, o Juan de los muertos, de Alejandro Brugués, que ganó en 2013 el premio Goya a la Mejor película iberoamericana. Pero, agrega, son pocas en comparación con las que pudiera haber.

"Si se logran todos estos cambios, eso repercutiría mucho en la potencia del cine cubano. Es una cuestión de echar abajo el sistema y construirlo de nuevo", asegura.

La cinta El acompañante compite con otras once producciones latinoamericanas por el Gran Premio El Flechazo del festival Cinelatino de Toulouse (suroeste de Francia), que en 28 años de existencia se ha convertido en una referencia en Europa.

La cinta de Giroud ubica su trama en la década de los ochenta, cuando en la Isla los enfermos de sida eran recluidos de forma obligatoria en sanatorios bajo régimen militar, de los cuales podían salir únicamente una vez a la semana con un acompañante.

El filme, que se ha exhibido en los festivales de Pusan (Corea del Sur), Chicago y La Habana, compartió el Premio del Público con la película española Anacleto, agente secreto, de Javier Ruiz Caldera, en el Festival de Miami. El acompañante aún espera fecha de estreno en los cines cubanos, concluye la AFP.

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