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Artes plásticas

La escultora Teresita Fernández interviene el Madison Square Park de Nueva York

'Fata Morgana' será la instalación más grande de la historia del parque hasta la fecha. Se inaugura este 30 de abril.

Nueva York

El Madison Square Park de Nueva York acogerá a partir del 30 de abril una instalación pública de la artista cubanoamericana Teresita Fernández.

El proyecto, titulado Fata Morgana, será la escultura pública más grande de la historia del parque hasta la fecha, y el más grande y ambicioso compromiso de la artista, de 46 años, nacida en Miami y radicada en Brooklyn.

Fata Morgana se inspira "en los espejismos que se dice llevan a los marineros a la muerte", y ha sido diseñada específicamente para este parque de 6.2 acres que recibe a diario más de 50 000 visitantes, indica Carol Kino en un artículo publicado por The Wall Street Journal.

La pieza está compuesta por 236 paneles redondos espejados cuyos bordes ondulados reflejan las hojas de roble y plátanos de alrededor. Instalada sobre andamios de más de tres metros y medio de alto, atravesará una distancia de casi 148 metros y cubrirá gran parte del camino asfaltado del centro del parque.

"Hemos encargado este proyecto monumental", dice Brooke Kamin Rapaport, curadora jefe de Madison Square Park Conservancy, la organización que supervisa el programa de esculturas, "porque Teresita es una artista que está en la cúspide de la grandeza, y creo que Fata Morgana va a impulsarla a los más altos rangos entre los artistas que hoy están en actividad".

Reconocida internacionalmente por sus esculturas y el uso de materiales no convencionales, Fernández es una artista conceptual que trabaja hace dos décadas en la "escultura de paisaje". Sus trabajos experimentales a gran escala se inspiran en los fenómenos naturales, así como en diversas referencias históricas y culturales.

Fata Morgana se "caracterizará una reluciente procesión para el visitante", indica Rapaport. "Cuando la luz entre por esos doseles, esa claridad emanará a lo largo y a través de la obra".

"Las extensas pruebas de material de Fernández en el lugar donde estará su obra sugieren que este resplandor como de espejismo será visible desde dos cuadras de distancia, así como desde el cañón de edificios circundante. Fernández ha hecho solo unas cuantas esculturas públicas, pero su primera, en 2001, también estuvo instalada en el Madison Square Park", comenta la curadora.

Fernández ha sido reconocida con becas de la Fundación MacArthur y John Simon Guggenheim Memorial Foundation, entre otros galardones. Recientemente completó un trabajo, designada en 2011 por el presidente Obama ante la Comisión de Bellas Artes, para revisar y ofrecer recomendaciones sobre los monumentos y otros proyectos públicos en Washington.

Obras suyas forman parte de colecciones del Museo de Arte Moderno de Nueva York, del Museo de Arte Moderno de Los Ángeles o el Museo de Bellas Artes de Boston, entre otros.

La artista se crió en una familia de clase trabajadora de Miami, sus padres dejaron La Habana a la llegada de Fidel Castro al poder. Fernández asegura que creció sintiéndose más estadounidense que cubana, pero que su origen migrante le dio una fuerte razón de ser. "Cuando eres hijo de un inmigrante no tienes el lujo de equivocarte", dice Fernández. "Te vuelves muy consciente de la oportunidad que te ha dado alguien que ha renunciado a algo".

"Siempre nos decían que la única cosa que nadie puede quitarte nunca es tu educación", indica la artista. "Y nos enseñaban a tener dignidad".

Fata Morgana, que estará nueve meses de exhibición, puede verse en el Madison Square Park a partir de este 30 de abril. Más información en madisonsquarepark.org.

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