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Cine

Hollywood y La Habana se acercarían bajo las nuevas regulaciones de EEUU

La Isla ofrece sueldos bajos y materiales baratos, así como locaciones que siguen pareciendo escenarios de los años 50.

La Habana

Bajo las nuevas regulaciones del presidente Barack Obama, los documentalistas ya no necesitarán solicitar permiso del gobierno estadounidense para viajar a Cuba, informa AP.

El proceso de filmar también debe ser más sencillo: la prohibición a bancos y compañías de tarjetas de crédito estadounidenses de operar en la Isla y el monto máximo de gastos diarios se han levantado. American Express Co. y MasterCard anunciaron planes de comenzar a hacer negocios en Cuba.

Y más adelante, las compañías estadounidenses podrán ayudar a impulsar los sistemas de comunicaciones e internet de Cuba. Se anticipa que al levantarse algunas restricciones al comercio y a los viajes, aumentará el número de cineastas estadounidenses que rueden en la Isla. Sin embargo, una gran producción de Hollywood sigue luciendo como un proyecto lejano.

Aunque la filmación de documentales está permitida, los viajes para largometrajes comerciales de ficción no están específicamente autorizados. Y aun si lo estuvieran, siguen habiendo barreras: el embargo estadounidense se mantiene en pie y la economía de Cuba está estancada.

"Todavía la puerta no está abierta", dijo Bill Martínez, un abogado con sede en California que ha ayudado a cineastas norteamericanos a viajar a Cuba.

La relación de Hollywood y La Habana data de la década de 1920, cuando la Fox Film Corporation filmó escenas de Movietone Follies en Cuba. Pese a décadas de amargas relaciones cubano-estadounidenses, muchas celebridades no dudan en demostrar su afecto por la Isla: Beyonce y Jay-Z notoriamente visitaron Cuba —de manera legal— para celebrar su aniversario en 2013. Sean Penn visitó y entrevistó a Raúl Castro en 2008.

Pero filmar en Cuba ha sido una odisea fastidiosa.

Para producir su filme Alumbrones, que sigue la vida y obra de 12 artistas cubanos, Fermín Rojas y el director Bruce Donnelly contrataron una compañía productora canadiense que le ayudara a conseguir un permiso de rodaje del gobierno cubano. El trabajo de posproducción se hizo en Brasil.

Alysa Nahmias, la directora de Unfinished Spaces, un documental galardonado sobre las Escuelas Nacionales de Arte, dijo que le tomó 10 años terminar el filme al haber trabajado únicamente con presupuesto en efectivo en la Isla. Bob Yari, quien filmó el largometraje biográfico sobre Ernest Hemingway Papa, el año pasado, dijo que le fue difícil hacer tareas básicas como pagarle a miembros de su equipo.

"Creo que esas cosas ahora serán más simples", expresó.

Un número de nuevos trabajos filmados en Cuba están en marcha: el actor Matt Dillon está realizando una película sobre música afrocubana. The Discovery Channel está filmando Cuban Chrome, que seguirá a mecánicos cubanos que tratan de mantener sus autos clásicos estadounidenses en la vía. Rojas está trabajando en un segundo documental, sobre la vida de un grupo de jazz integrado por gays que él fundó en La Habana.

Las nuevas regulaciones llegan en un momento en que la comunidad del cine independiente en Cuba está prosperando, pese a su acceso limitado a la tecnología digital. El cine será un canal importante para compartir historias y unir una división de cinco décadas, dijo Catherine Murphy, una productora del documental de Dillon.

"Eso es lo hermoso de los documentales", dijo Murphy, quien pasó ocho años produciendo el documental Maestra, sobre las mujeres docentes detrás de la Campaña Nacional de Alfabetización de 1961.

También existen motivos económicos para que Hollywood regrese a La Habana: es rentable. Cuba ofrece sueldos bajos y materiales baratos.

Y aparte de ser un paraíso tropical, Cuba ofrece algo que no ha cambiado mucho desde la última vez que Hollywood tuvo una presencia significativa en La Habana: locaciones que siguen pareciendo como escenarios de los años 50.

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