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Centenario de Lezama Lima

Dondequiera que voy

Algunas fichas de un diccionario de animales de Lezama Lima.

Ciudad de México

José Lezama Lima se me aparece en todo momento y lugar. Alfonso Reyes dice en un verso: "Dondequiera que voy me sigue un oso". Igual a mí, pero ese úrsido tiene, ni más ni menos, la cara del gran poeta habanero.

Un día, por ejemplo, leía yo el diccionario por el puro placer de perderme en esa floresta cuando me topé con la palabra "Tutú". Para mi sorpresa, nada se decía ahí sobre las falditas que usan las bailarinas, sino esto: "Ave de rapiña, con plumaje verde en el lomo, azul en el pecho y con manchas negras por la cabeza, las alas y la cola". Cerré el libro y me quedé con el ave, imaginándola escondida en el más tupido de los follajes y sólo anunciándose por el sonido cuya onomatopeya le da nombre: tu túú, tu túú. Después, de manera totalmente inadvertida, abrí un libro de poetas cubanos y me topé, para mi asombro, con este verso de Lezama: "el pájaro perfeccionó el diccionario".

Aún sigo medio estupefacto, años después, por aquella conexión que es una gracia, un regalo del autor de aquel ensayo titulado, precisamente, "Confluencias" (de La cantidad hechizada), donde se puede leer: "una flor que forma otra flor cuando se posa en ella el caballito del diablo". En efecto, y sobre el caballito del diablo hemos posado nosotros nuestros ojos, alimentando y avivando la corriente, el río circular que todo lo arrastra.

Abro Wikipedia (algo que Lezama no pudo hacer: ingresar caminando en ese pabellón de pabellones) y busco "caballito del diablo". Ahí dice que las ninfas (estado inmaduro de la metamorfosis) son carnívoras, que comen larvas de mosquitos, daphnia y otros organismos acuáticos. ¿Daphnia? Hago click en el hipevínculo y leo: "Género de crustáceos planctónicos. Se conocen vulgarmente como pulgas de agua debido a su forma de nadar saltatoria".

La pulga es Lezama puro, por supuesto. Nado saltatoriamente hasta sus Aventuras sigilosas de 1945. Ahí leo, en el poema "Encuentro con el falso", este verso: "La pulga sabe como una uva, no quiere recomenzar, sabe estallar". Si la uva ha sido implantada por el poeta en el córtex de la lectura, fácil será entender (pero no entender: saber) que la pulga sepa estallar. Sigo tomando pulgas con los dedos de los orondos racimos que son la poesía y la prosa de Lezama. Algo se fermenta adentro, y se anuncia un principio de embriaguez.

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Julio Trujillo nació en México D. F. en 1969. Su libro más reciente, Pitecántropo. La última de las historias posibles (Almadía, Oaxaca de Juárez, 2009), lleva un epígrafe de Lezama Lima. Escribe la columna "Simbad el Mareado"en el diario mexicano La Razón.

 

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